De las 808 cámaras de seguridad que operan en Bucaramanga, a principios de este año la Alcaldía informó que solo funcionaban cerca de 132, mientras que las 676 restantes estaban fuera de servicio.
Esta situación es un inconveniente para las autoridades quienes quedan maniatadas al intentar hacer persecuciones o tener pruebas contra delincuentes a través de medios tecnológicos.
En el más reciente reporte, el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán Martínez informó que “están en funcionamiento 420 cámaras, para cerca de un 58 % de estos dispositivos en servicio”.
El mandatario dijo que a algunas de estas cámaras se les mejoró el cableado, se les hicieron ajustes y hasta se podaron árboles que impedían la visibilidad.
No obstante, el alcalde agregó que cerca del 9% de las 808 cámaras no sirven y habrá que cambiarlas por unas nuevas con mayor tecnología.
“Queremos integrar la red de cámaras de seguridad privada e implementar cámaras con Inteligencia Artificial e identificación biométrica de quienes cometan delitos”, aseveró.
Sumado a ello, se trabaja con la Gobernación de Santander para integrar el seguimiento a la seguridad de toda el área de manera unificada.
“Crearemos de un Centro Integrado de Monitoreo, que contará con un área estratégica para tomar decisiones y otra operativa, en caso de que los municipios quieran aumentar la cantidad de cámaras con las que cuentan”.
Otra de las fases del tema de seguridad, según el alcalde de Bucaramanga, es rodear las zonas comerciales para mitigar las cifras de delincuencia en estos entornos.
“En la segunda fase del Plan Candado se busca, entre otras, recuperar las cornetas y hacer presencia con personal de inteligencia para neutralizar a los delincuentes”, finalizó el mandatario.
