En septiembre de 2021, el Concejo de Bucaramanga aprobó el proyecto de acuerdo 030 que otorgaba un subsidio en el pasaje de Metrolínea a población vulnerable de la ciudad.
Aunque la iniciativa se planteó desde 2020, esta fue presentada durante tres ocasiones a la Corporación hasta que por fin tuvo aprobación de 18 cabildantes.
La idea fue otorgar un subsidio del 50 %, es decir $1.300 del pasaje, a estudiantes de instituciones públicas de estratos 1, 2 y 3 de primaria, secundaria y formación técnica, tecnológica y universitaria que no vivieran cerca a sus lugares de estudio, personas en condición de discapacidad, deportistas, artistas y también a los adultos mayores de 62 años en adelante.
En el papel se beneficiarían cerca de 35.000 bumangueses, sin embargo, por la crisis en la que entró el sistema, entre ellas la falta de rutas, esta cifra no superó los 5.000 usuarios.
Pues bien, el pasado viernes, tras la aprobación del Plan de Desarrollo del alcalde Jaime Andrés Beltrán por parte del Concejo, la iniciativa de tarifa diferencial quedó plasmada en uno de los apartes de la hoja de ruta de este cuatrienio.
Al respecto, el concejal de Bucaramanga, Cristian Reyes, quien fue uno de los autores del proyecto inicial del subsidio, manifestó que “en el Plan de Desarrollo quedó aprobado continuar y extender los subsidios al transporte público para poblaciones vulnerables”.
Reyes Aguilar dijo que, además de las poblaciones que se beneficiaron en el pasado, como estudiantes, adultos mayores y personas en situación de discapacidad, la idea es incluir a más bumangueses que sean usuarios del transporte público.
“Se buscará incluir ciudadanos que pertenezcan a las categorías de Sisbén A, B y C y personas de estratos 1, 2 y 3. Ellos recibirían descuento del 50 % para dos pasajes diarios, entre lunes y viernes”, explicó el cabildante.
Así las cosas, si se implementa la iniciativa, un usuario se puede ahorrar $2.600 diarios, un promedio de $13.000 a la semana y no menos de $52.000 pesos cada mes.
Asimismo, en esta ocasión el beneficio se podría extender al Transporte Público Convencional, siempre y cuando los buses cuenten con mecanismos como validadores para la lectura de una tarjeta inteligente, teniendo en cuenta que el beneficio está cargado en el mencionado medio tecnológico.
No obstante, la materialización de la tarifa diferencial está sujeta al futuro del sistema de transporte masivo en la ciudad y a que se definan los mecanismos de selección de los beneficiarios.
“El gran reto que tenemos en esta Administración es que se estructure o se rediseñe un transporte público intermodal que preste un buen servicio, vaya a todos los barrios y cubra las necesidades de los ciudadanos”, expresó Reyes Aguilar.
