Fiel a su discurso de campaña, Jaime Andrés Beltrán Martínez a dedicado gran parte de sus primeros cien días como alcalde de Bucaramanga en acciones y decisiones para mejorar la seguridad, mientras apelando a sus habilidades de comunicación, ha utilizado las redes sociales para difundir su gestión y plantear sus objetivos.
A pesar de sus evidentes diferencias con el presidente Gustavo Petro, Beltrán ha estado en contacto con el Gobierno Nacional. Mientras tanto, a nivel territorial, ha consolidado una estrecha relación con el gobernador Juvenal Díaz y los demás alcaldes del área metropolitana para llevar a desarrollar su primera gran estrategia, el ‘Plan Candado’.
Dicho plan comenzó a implementarse oficialmente en los primeros días del gobierno Beltrán cuando el mandatario local expidió la resolución a través de la cual restringía el consumo de sustancias pscioactivas y bebidas alcohólicas en los parques y alrededores de las instituciones educativas de Bucaramanga.
Si bien no ha podido aumentar el pie de fuerza de la Policía, ya que es eso depende del gobierno central, Beltrán Martínez recurrió al Ejército Nacional para reforzar la seguridad, especialmente en las comunas de la capital santandereana.
“Es de destacar es que la seguridad tanto para el uno como para el otro son prioritarias, cada cual se desenvuelve según su estilo, hacen presencia en los consejos de seguridad, acuden a los puntos críticos con los mandos militares y escuchan a la comunidad, es prolija la aparición en las redes sociales convocando a la colaboración para perseguir al crimen. En este tema se destacan y por lo menos persuaden al delincuente de que hay autoridad y transmiten seguridad a los ciudadanos”, opina el exalcalde Carlos Ibáñez, refiriéndose al arranque del gobierno Beltrán.
Control del amb
Las primeras decisiones del alcalde Beltrán no han estado únicamente enfocadas en la seguridad. También, de manera más discreta, tomó el control del Acueducto Metropolitano de Bucaramanga, amb, la ‘joya de la corona’ del municipio, cambiando, después de ocho años la junta directiva de la entidad.
La prórroga de Alejandro Estrada como gerente, a pesar de la resistencia del mandatario local, o la creación de una nueva empresa paralela para ejecutar contratos en otras ciudades, eran algunas de las controversias entre el mandatario local y la junta directiva que está terminando su gestión.
Visión de infraestructura
Beltrán además utilizó sus primeros cien días de mandato para planear lo que será su apuesta en materia de infraestructura en Bucaramanga.
Según lo expuesto por el mandatario local, su intención es construir 32 proyectos de infraestructura, incluidas cinco megaobras viales, que calcula costarían $4 billones.
“Mientras el gobierno departamental ha tratado de mantener una buena relación con el gobierno nacional, la Alcaldía de Bucaramanga ha tenido una tensión innecesaria con el Gobierno Nacional. Esto quedó en evidencia en la gestión de los incendios, cuando hubo dos posturas diferentes entre administraciones, donde el discurso de cada mandatario fue opuesto”, señala Camilo Cruz, investigador del Instituto de Estudios Políticos de la Unab.
La opinión ciudadana
Amparo Novoa
Me ha parecido un buen gobierno, ha sido efectivo, elocuente, consecuente con su programa de gobierno que había planteado, especialmente en materia de seguridad.
Eugenio Delgado
Muy buena, ahora ya uno puede andar en la calle como más seguro. Ya hay más presencia de la Policía, del Ejército y ya no hay tanto ‘gamín’ en las calles.
María Redondo
Ha sido buena. Actualmente vemos que en seguridad hemos mejorado, en los barrios patrullas de Policía cubriendo, en eso hemos estado avanzando.
Alfonso Gonzáles
A penas está comenzado, pero al menos se están moviendo las obras. El que se fue, Cárdenas, se llevó la plata de 184 obras y no hizo nada, esperamos que el doctor Beltrán las ejecute.
María Salsedo
No hay presencia del alcalde, el centro de Bucaramanga sigue estando muy congestionado, mucho vendedor ambulante, mucho consumidor de drogas en los parques.
Vladimir Mendoza
Esperaba más de esta Alcaldía, la inseguridad que se vive en la ciudad requiere actividades más urgentes de la administración.
Bucaramanga, bonita otra vez
Columna del alcalde Jaime Andrés Beltrán.
Ser alcalde de Bucaramanga es una responsabilidad que llena de orgullo, pero también conlleva muchos retos y problemas que se deben solucionar, y así lo hemos hecho en poco más de 100 días, que parece poco tiempo, pero suficiente para materializar cambios a corto, mediano y largo plazo.
En estos más de tres meses hemos tenido que tomar decisiones difíciles, algunas impopulares pero necesarias. Porque Bucaramanga no va a cambiar con frases e intenciones, a esto hay que meterle autoridad y eso hemos venido haciendo, con fuerza, pero, sobre todo, con constancia.
Este espacio no lo voy a centrar en cómo recibimos la ciudad en seguridad, finanzas, u obras sin terminar; eso la gente ya lo sabe porque vivió y conoció esa realidad por años.
El desafío número uno que me planteé como alcalde al llegar al gobierno, fue recuperar los parques de una vez por todas, me parecía inaudito que los niños y las familias tuvieran que competirse el espacio con jíbaros, consumidores y expendedores de droga. Por eso expedimos un decreto que le pone mano dura a este tema, lo que nos ha llevado a resultados inimaginables hace unos meses, por ejemplo, ver al Parque Centenario con niños jugando, cuando por décadas estuvo abandonado y secuestrado por el microtráfico.
La seguridad es lo último en que pienso al acostarme y lo primero que tengo en la cabeza al levantarme. Como alcalde sé que tenemos muchísimos retos, pero en 100 días le metimos todo el empeño, autoridad y fuerza a un tema que por años estuvo olvidado en nuestra ciudad.
Hoy Bucaramanga tiene más capturas que ciudades con tasas de criminalidad más altas, el hurto viene en una caída sin precedentes, 36% menos robos es una cifra histórica que nos pone como una de las ciudades capitales con más avances en la lucha contra la delincuencia.
Para tener resultados diferentes hay que hacer cosas diferentes, por eso creamos un Grupo Élite contra el hurto y un Bloque de Búsqueda dedicado, única y exclusivamente, a perseguir delincuentes.
Esto nos ha llevado a ser una de las ciudades con más capturados y un ejemplo nacional de cómo se combate la delincuencia.
Los que viven en Bucaramanga hace mucho saben que ver a la Fuerza Pública constantemente haciendo patrullajes era poco frecuente, hoy agradezco el apoyo brindado por el Ejército en acciones específicas, además del trabajo incansable de la Policía Metropolitana.
La ciudad ha sido referente en Colombia en la protección de los niños, niñas y adolescentes. Al llegar al gobierno nos dimos cuenta de que la tasa delictiva de menores era bastante alta, por eso implementamos un toque de queda para menores de edad, esto nos ha dado resultados que no tienen precedentes en Bucaramanga.
Desde la implementación de esta medida, los delitos cometidos por menores de 18 años se han reducido un 41%, tengo que agradecer a los padres de familia que desde sus casas nos han respaldado y han hecho cumplir la medida como la primera autoridad de sus hijos.
Nos metimos a las ollas y a lugares “vetados” como Villas de Girardot y ‘Las Pulgas’, personalmente le pedí a la Policía que me habilitara una motocicleta de la institución para acompañar los operativos más difíciles, porque yo no me hice elegir para estar en una oficina, sino para estar en las calles poniendo el pecho como debe ser.
Mandatarios de otras ciudades han venido a Bucaramanga a preguntarnos sobre cómo lo estamos haciendo, como implementamos las medidas y la forma en que las pueden replicar en sus territorios, altamente afectados por la inseguridad.
Hay un tema que me preocupa demasiado como mandatario y es el aumento de las riñas y la violencia intrafamiliar. El 60% de los homicidios en la ciudad en estos tres meses, se han cometido por intolerancia, por peleas personales o motivos pasionales, esto nos lleva a retos que van más allá de aumentar el pie de fuerza, sino de interiorizar sobre nosotros mismos.
Como alcalde no puedo poner un policía en cada cuadra, no puedo poner a un agente de tránsito en cada semáforo; quisiera hacerlo, pero no hay personal suficiente, y aquí es donde le hago el llamado a todos los bumangueses que me están leyendo.
Invito a las universidades, colegios, empresas privadas, gremios, padres de familia y comunidades a que empecemos nosotros mismos a vincularnos en este proyecto de ciudad.
Como alcalde no puedo generar cambios solo, los necesito a ustedes, y aún más a las familias, que son la base de la sociedad y la educación. Enseñemos a ser tolerantes, como padres debemos ser autoridad en nuestros hogares, educando con principios y valores, respetando las normas de tránsito y a las autoridades, botando la basura donde es y en los horarios establecidos, cuidando los bienes públicos, aportando ideas e inculcando el amor por lo nuestro.
Hoy Bucaramanga no es la misma de hace tres meses, pero para que sea bonita otra vez, tenemos que comprometernos entre todos, porque no todo se soluciona con Policía, hay cosas que dependen solamente de nuestro sentido de pertenencia por la ciudad que amamos.
Y no nos olvidemos de nuestro Leopardo, la primera estrella está más cerca que nunca, vamos a ponernos la camiseta porque el milagrito de ser campeón se nos hará realidad, se acordarán de mí.
Si a Bucaramanga le va bien, a todos nos va bien.