Si hay alguien que sabe de familias numerosas, ese es el ‘tío Mario’ del barrio Claveriano debido a que posee 140 sobrinos.
Al entrar a su tienda es común saludar ‘Q´hubo tío’ y él con una sonrisa recibe a sus fieles clientes que cada mañana vienen por lo del desayuno y el almuerzo.
Mario Celis Caicedo, es el menor de 12 hermanos de un matrimonio de campesinos provenientes del corregimiento de La Vega en el municipio de Cáchira, Norte de Santander
Sus padres José de los Santos Celis y Dioselina Caicedo vendían caña, maíz, frijol, auyama y todo lo que producía el campo. Y ahí se crió y aprendió el amor por comercializar.
“Desde chiquitico me han gustado las ventas y los negocios. He comercializado lo del campo, cargado pan al hombro y también he tenido mis tienditas” relata Celis con su particular acento.
El barrio Mirador fue el primer destino en el que Mario se estableció fuera de su natal Cáchira. Desde el primer día se dedicó a la venta de pan al hombro por medio de una amistad que ya vivía en ‘la bonita’.
El campesino a pulso logró abrir su propia panadería en el claveriano, pero una posible multa por 38 millones de pesos por el registro Invima lo hizo cerrar las puertas al taller de la masa.
Así que con ahorros y sudándola, en 2020 logró hacerse de nuevo con el local ubicado en la carrera 20c #25n-63, manzana 11.
Abrió y nos encerraron
“Yo compré a mediados de febrero de 2020 mi tienda y al otro día ya se fue poniendo fue la cosas” revela el comerciante que se defendió trabajando no más de 4 horas al día en aquel confinamiento que duró meses.
Junto a su esposa, Angélica Ardila, han convivido en las duras y las maduras en 6 años de casados. Fruto de sus bodas de hierro han nacido sus tres hijos, 2 niñas y 1 niño cuyo nombre también comparte con la tienda.
Tras 4 años de servicio, el ‘tío’ ha forjado un amor intenso por el barrio en el que tiene la oportunidad de salir adelante. “Aquí lo adoro con el alma, a pesar de malas famas, pero realmente es sagrado.”
