En antejardines de viviendas, frente a locales comerciales, en puentes, senderos peatonales y hasta en instalaciones de cajeros electrónicos de Bucaramanga diariamente son encontrados habitantes de calle que pernoctan y consumen drogas, afectando las actividades de rutina y aumentando la percepción de inseguridad en la población.
En palabras de líderes comunales, es un problema que “se le salió de las manos a las autoridades”. Además de los pocos controles que existen en términos de despeje y recuperación de espacios públicos, la ciudad también carece de una estrategia sólida con enfoque social, para tratar de intervenir y resocializar a estos ciudadanos en condición de indigencia.
Esta es una situación que requiere especial cuidado por parte del Municipio, tal y como lo alertó el Ministerio de Salud y Protección Social en el más reciente estudio realizado en el país sobre la situación de habitantes de calle, publicado a finales de 2022.
En dicha investigación, el Gobierno Nacional alertó que Bucaramanga reporta la tercera tasa más alta de país de ciudadanos en condiciones de indigencia. La capital santandereana supera los indicadores de urbes como Bogotá, Cali y Medellín.
Comunidades están inconformes
En barrios como Cabecera, El Prado, Mejoras Públicas, Galán y Quinta Dania, entre otros sectores, la comunidad reporta de manera constantes diversos problemas asociados a la gran cantidad de habitantes de calle.
En pasados días fue noticia el impactante estado de deterioro del puente peatonal ubicado sobre la carrera 33, a la altura de la sede principal de la Universidad Cooperativa de Colombia, UCC.
La estructura fue convertida en un escondite y refugio por parte de varios habitantes de calle, quienes bloquearon con colchones y diversos residuos el paso de los peatones. En video fueron captados los desórdenes y varias personas consumiendo estupefacientes.
“Agradecemos que la Alcaldía de Bucaramanga atendió el llamado que realizamos, pero se necesitan controles y acciones que perduren. A las pocas horas del despeje que hicieron las autoridades, los habitantes de calle estaban tratando de invadir nuevamente el puente. Tuvimos que contratar un vigilante privado ante esta situación”, denunció Olga Arenas, edil de la comuna 13 (oriental) de Bucaramanga.
Además de mayores controles, esta líder comunal envió otras dos solicitudes al Municipio: realizar una limpieza exhaustiva del puente en mención y evaluar la conveniencia de continuar con dicha estructura en pie o demolerla.
“Esta semana que fui a solicitar el apoyo de la Alcaldía, en la Secretaría de Desarrollo Social me dijeron que aún no cuentan con personal contratado para hacer los controles respectivos. Indicaron que tan pronto tengan listo el equipo, inician acciones de despeje y oferta de programas. En Galán y Quinta Dania necesitamos acciones urgentes”, manifestó Camilo Lizcano, presidente de Junta de Acción Comunal, JAC, en dichos vecindarios.
Alertan un “aumento exponencial”
Hasta hace unos años, la problemática relacionada con la población de habitantes de calle en Bucaramanga se concentraban en sectores como inmediaciones de la avenida Quebradaseca, en el Centro, y como en el barrio Chapinero.
Líderes cívicos advierten que tras la pandemia por covid el problema de habitabilidad de calle en la ciudad “se desbordó” y “aumentó”. Ahora, sectores como Cabecera, Sotomayor, El Prado y Mejoras Públicas la comunidad diariamente enfrenta inconvenientes a raíz de la presencia y actividades realizadas por ciudadanos en condición de indigencia.
“Existe un aumento exponencial de habitantes de calle, y ahora se desplazan a otras zonas de la ciudad. Debido a los controles impartidos contra el consumo de drogas en parques, muchos habitantes de calle se desplazaron a los barrios. Las obras inconclusas que existen actualmente también están siendo usadas como refugios por esta población”, alertó Diego Lozada, concejal de Bucaramanga.
Problemas conexos como drogadicción, microtráfico, hurto, vandalismo y desórdenes de residuos son denunciados de manera insistente por juntas de acción comunal en barrios como Cabecera.
Luis Ávila, concejal de Bucaramanga, impulsa un debate control político con el fin de que la Alcaldía entregue informes sobre qué tipo de acciones se adelantan y se contemplan para intervenir y contrarrestar esta compleja situación en la ciudad.
Ávila señaló en pasados días que existe “un panorama bastante triste y preocupante en el sector de Cabecera, a la altura del colegio San Pedro y del parque Solón Wilches. En el tema humano notamos un aumento en la población que habita en las calles de esta comuna”.
¿Qué dice el Municipio?
A través de un comunicado oficial, la Alcaldía de Bucaramanga informó que “mientras se adelanta un convenio que permita contar con un hogar de paso para habitantes de calle, desde la Secretaría de Desarrollo Social se organizan diversas actividades para la atención directa de estas personas”.
Iván Darío Torres, secretario de Desarrollo Social de Bucaramanga, precisó que “existe atención desde el Centro Integral de Habitante de Calle, ubicado en la calle 30 entre carreras 17 y 18”.
Alimentación, refugio y terapia ocupacional son brindadas a través de este Centro, informaron las autoridades.
Desde el Municipio actualmente se diseña una estrategia, con el fin de abordar a ciudadanos en condiciones de indigencia, sensibilizarlos y gestionar su regreso hasta las poblaciones de origen, en donde cuentan con familiares y redes de apoyo.
“Estamos construyendo el ‘Plan Retorno’, mirando la manera de cómo facilitamos en retorno de estas personas a ciudades en donde cuentan con redes de apoyo”, agregó Torres.
