La comunidad del sector ubicado en el barrio Asomiflor ha emitido un llamado de atención urgente a diversas entidades gubernamentales sobre el alarmante estado de un caracolí.
“La electrificadora ya vino y revisó la situación, pero me confesaron que no tenían una estructura tan alta para llegar a la cima del árbol” relata Astrid Galeano, dueña de la propiedad que se ubica al frente del imponente árbol.
Galeano reside en el sector desde hace 18 años, comparte su hogar con dos menores de edad y dos jóvenes adultos de 18 años.
De igual manera son 10 casas que comparten la manzana y quienes también viven con niños, cerca de 15 niños son los que transitan las destapadas calles del territorio de auto construcción.
El caso ya fue radicado a los canales de comunicación de la alcaldía municipal, personería de Floridablanca e incluso a la estación de bomberos voluntarios de Floridablanca. En el caso de la personería está siendo atendido y del lado de las instancias municipales no han emitido respuesta formal.
La preocupación se centra en la seguridad y bienestar de los habitantes de esta zona, quienes esperan una pronta respuesta por parte de las autoridades competentes.
“Me preocupa la salud e integridad de Astrid porque hace 10 días está desesperada por encontrar una solución contundente a los residentes de la zona. Pero cuando hacemos el llamado nos dicen que es una invasión y no pueden hacer nada” denunció Amparo Delgado Ayala, edil de la comuna Bucarica.
No obstante, desde la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, se confirmó que sí se puede encontrar una solución y es generar el respectivo reporte ciudadano y con la autorización de la autoridad ambiental ya se puede solicitar tanto a la alcaldía como al cuerpo de bomberos a realizar los respectivos trabajos de mitigación.
Astrid confiesa que: “todas las noches es difícil dormir debido a la gran incertidumbre de que alguna rama del árbol se desprenda o algún corto circuito en los cables de energía incendien el gigantesco tronco y ocurra una tragedia”.
El objetivo de la veeduría ciudadana de la edil y los habitantes de la zona es que realicen cuanto antes las medidas preventivas y soluciones efectivas para salvaguardar la vida y el patrimonio de la comunidad afectada. Están a una autorización ambiental y una cita con los bomberos voluntarios para que se solucione el crecimiento descontrolado del caracolí que tiene más 4o años en la zona.