El río de Oro, cuyo cauce fue testigo del auge histórico que dio origen a Bucaramanga y Girón debido a la fiebre del oro, ahora enfrenta una crisis ambiental causada por las malas prácticas, según lo reportan la comunidad de Chocoita.
Juan Ardila, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Chocoita reveló que:”ahora que volvió a llover fuerte, desde la cárcel de Palogordo aprovechan para liberar las aguas negras represadas”. Situación que mantuvo olores fétidos durante más de 3 días seguidos.
Desafortunadamente, ”Esta situación ya es una pelea perdida para todos nosotros quienes vivimos aquí y nos afecta todos los días, ya que hemos informado a diversas autoridades municipales y ambientales. Pero esta es la hora y no tenemos respuesta aún” informó Emilce Gómez, madre cabeza de hogar y residente de la vereda.
A diario, al río de Oro, se generan sustancias líquidas que circulan entre los residuos que se encuentran principalmente en los vertederos. A estas sustancias se les denominan lixiviados que suelen ser el causante de malos olores.
“Todos esos lixiviados negros que generan un mal aroma a amoniaco son los que contaminan tanto el agua como el aire del río”, manifestó Mauricio Gómez, presidente de la Asociación Centinelas del Planeta.
Mediante distintos estudios ambientales se ha logrado identificar toneladas de inservibles de talleres de motos, porquerizas, basuras de conjuntos residenciales, de empresas de manufactura y hasta aguas negras que periódicamente oscurecen el color de la fuente hídrica.
Toneladas de desechos que provocan la densa contaminación se encuentran a lo largo del río de Oro. La Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (Cdmb), manifestó que de once puntos de control sobre el caudal, en cinco se detecta que la calidad del agua es mala, en cuatro regular y solo en dos aceptable.
Sin embargo, distintas veedurías ambientales han encontrado sustancias altamente tóxicas para el ser humano como Cromo +6, Fenoles y Mercurio, mediante estudios propios.
La Cdmb en el año 2023 realizaron dos mediciones para determinar el estado de las subcuencas, las cuales arrojaron diagnósticos desalentadores tanto en el mes de junio como en octubre.
Este río es de los más extensos del departamento ya que nace en el páramo de Berlín, llega por Piedecuesta para surtir el acueducto, recorre un costado de Floridablanca y atraviesa el municipio de Girón. Pero también es catalogado como uno de los afluentes más contaminados en Santander.
Las múltiples jornadas de limpieza adelantadas por diversos grupos ambientales han sido en vano, puesto que la verdadera solución es una planta de tratamiento que aún no está lista.
Mientras tanto las comunidades cruzan los dedos para que cuando hayan aguaceros no bajen ‘la cadena de desechos’ otra vez de manera sistemática.
