Probando suerte y como sugerencia de un primo que tenía un pequeño galpón de gallinas ponedoras, el joven se propuso recibir los 80 cartones que se resistían a ser vendidos.
“No tenía experiencia alguna vendiendo, pero si me movía con las redes sociales y al poner la oferta en Facebook, en menos de una semana tenía todos los cartones encargados” reveló Camilo.
Lo que fue un experimento, en octubre de 2023 se convirtió en una línea de negocio que quiso implementar en la finca familiar, que ya hace un tiempo estaba siendo rentable. El pimentón, la cebolla, yuca, limones y naranjas son frutos del campo que su mamá, Liliana Villamizar, lleva años ofreciendo en la Central de Abastos de Bucaramanga.
Los productos son marca de la casa debido a que son transportados desde la finca Villa Liliana, propiedad del abuelo materno del joven emprendedor, Tobías Villamizar.
Al estar ubicada en Aratoca, relativamente cerca de la capital santandereana, la familia Villamizar puede jactarse que comercia con productos frescos y sin intermediarios en la ecuación.
Bajo esta premisa de calidad, Jaimes Villamizar, se la jugó por adquirir sus propias gallinas ponedoras e irse de miércoles a domingo para realizar todo el proceso de producción del ‘huevo dorado’, manera en la que se refiere al distinto color de su producto.
“Cuando estoy en la finca, me levanto a las 6:00 de la mañana para alimentar a las más de 300 gallinas y dos horas después paso con baldes haciendo la recolecta del producto” comenta el aspirante a rey del huevo.
Con el fin de entregar un producto de calidad, él mismo toma cada huevo, lo limpia delicadamente con una sabra y lo pesa uno por uno. Es un procedimiento que sólo realizan dos personas: Camilo Esteban y su primo Mauricio. De ahí en adelante recibe la ayuda de sus tío Flor y Humberto, con la comercialización y el transporte de los cuantiosos encargos con destino a todo Piedecuesta, Girón y Bucaramanga.
“A la semana estamos vendiendo 400 cartones de huevo en mayoreo y también individualmente” revela con cara de felicidad, el novato con gozado de buenas decisiones. En el cascarón del alimento, se posan las siguientes letras: A,AA, AAA y J. Estas se refieren al tamaño y precio del cartón. Los cuales están desde los 13 mil pesos hasta los 17 mil el paquete de 30 huevos semicriollos.
En las últimas semanas los consumidores han advertido una sensible reducción en los precios de ese producto. Sin embargo, la mente detrás de Huevos Kings confiesa con firmeza que no está montado en la carrera del huevo y por eso se mantiene firme en la calidad y el precio fijo que viene manejando desde el año pasado.
Un estándar que incluso lo caracteriza por vender un producto que premia a sus consumidores con dos yemas y con el cual planea recibir prontamente su corona de rey.
