En febrero próximo será radicada, en el Congreso de la República, la ‘Ley Stefanía Villamizar González’, en memoria de la niña de Bucaramanga, de tan sólo diez años de edad, quien perdiera la vida debido a un parásito que se alojó en su cerebro tras sumergirse en la piscina del distrito turístico en donde compartía con sus parientes.
Como se recordará, en julio pasado, dicho parásito encontró su camino hacia el sistema nervioso central de la menor a través de sus fosas nasales mientras nadaba en una piscina de un balneario de Santa Marta. La extraña ameba, comúnmente encontrada en aguas dulces cálidas, puede causar una infección cerebral grave y, en casos extremos, llevar a la muerte; tal y como ocurrió con la menor bumanguesa.
La referida Ley, que hoy está siendo redactada, analizada y ajustada por el equipo de trabajo del senador Gustavo Moreno, se aclara que “si bien las piscinas en Colombia son espacios de esparcimiento, distracción y de actividades, siempre hay en ellas un alto riesgo presente si no se siguen ciertas normas para su uso, y mucho más importante aún, si no se cumplen las respectivas regulaciones para su construcción y mantenimiento”.
En los motivos se recuerda el dramático caso de la niña santandereana, que sacudió al país y que sentó un precedente en Colombia tras su fallecimiento luego de contraer el peligroso parásito, denominado “Naegleria Fowleri”, perteneciente al grupo de las amebas. Tal parásito habita en áreas como piscinas, jacuzzis, lagos y principalmente en aguas dulces con altas temperaturas y estancadas; de hecho el caso de la niña santandereana es el cuarto episodio documentado en el país.
Lo más preocupante es que, al menos en Colombia, no existe un tratamiento efectivo contra esta infección. Una vez que el parásito infecta a la persona, hay un 95 % de probabilidad de mortalidad.
Por esta razón, tanto la familia como los especialistas recomiendan que los establecimientos hoteleros implementen prácticas sanitarias efectivas para limpiar los espacios de las piscinas y prevenir este tipo de infecciones riesgosas.
En memoria de la pequeña Stefanía, su familia busca justicia y espera que su historia, a través de dicha Ley, pueda salvar vidas en un futuro cercano. Que su partida no sea en vano y que su recuerdo inspire cambios significativos en la forma en que abordamos la seguridad en las piscinas y en los cuerpos de agua.
La madre de la menor, Tatiana González, celebró que ya que se esté tramitando en el Congreso esta Ley, que les ordene a todos los conjuntos residenciales y a los hoteles adoptar medidas, para evitar que la historia de su hija se vuelva a repetir.
En síntesis, ‘Ley Stefanía Villamizar González’ interpretará la definición de una estrategia integral de seguridad y de salud pública. Tal plan abordará intervenciones destinadas a prevenir situaciones de riesgo en la salud y bienestar de residentes y visitantes, con un enfoque específico en la inspección del estado de las piscinas y la garantía de que tales albercas cumplan con los protocolos necesarios.
