¿Quién no recuerda cuando Peter Parker dudó sobre su rol como el Hombre Araña?,¿Cómo no olvidar la depresión de Thor cuando se culpó por no derrotar a Thanos? y ¿Acaso el inmortal Hulk no vivía bajo la atormentada personalidad de Bruce Banner?
Todo superhéroe carga con ciertos ‘super problemas’ debido a que su honorable manera de obrar choca con la fuerte ola de la injusticia.
Durante 10 años, Super Pan ha luchado contra la indiferencia y el hambre. Con ‘pansión’ ha salido a patrullar las calles de Bucaramanga llevando el alimento sagrado a niños en condición vulnerable, adultos mayores y habitantes de calle.
Montado en su ‘Vespan’ ha conocido más historias de vida que el propio Stan Lee y a través de creativos juegos de palabras se ha ganado el corazón de los bumangueses.
No por nada tiene 260 mil seguidores en redes sin ser influencer. De hecho, el término que él mismo se acuña es ‘incluencer’, una persona que incluye a los demás a la gran causa de ayudar a quien no tiene ni para un pan.
La fama y el reconocimiento distan de su plan original. Según él, aquel motivo por el cual adquirió la capa y el antifaz “siempre ha sido llevar la semilla de Dios a los corazones que necesitan de él”.
Así que en 2021 se le ocurrió abrir la primera panadería ambulante, esta iniciativa tenía dos lados, uno por donde se compraba y el otro por donde se regalaba.
La acogida de esta singular dinámica resonó en uno de los ‘panceros’ del anaranjado justiciero, quien le comentó que tenía la casa ideal para hacer realidad el sueño más ambicioso y ´pantástico’ del servidor entusiasta de la levadura: la panadería oficial de Súper Pan.
Dicha casa, ubicada en la calle 105 #24-111 en Provenza, casualmente había sido el lugar donde el personaje nació. Al estilo de Superman, ahí se adentraba un misterioso civil y salía el primer ‘supán héroe’ de Bucaramanga.
“Es una casa muy especial, un 17 de enero de 2014, salió por primera vez este humilde servidor lleno de ganas de ayudar” recuerda un ‘panmovido’ héroe.
Su nostalgia no sólo es porque cumple los primeros 10 años al servicio de la comunidad, sino que después de abrir las puertas del sueño que construyó con meses de servicio, tuvo que confesar sobre el final de aquel local que ofrecía pan y esperanza.
La panadería que había anunciado en sus redes sociales con tanto entusiasmo en julio de 2022, cerraba las puertas a finales de abril de 2023.
Dicho espacio que ofrecía las mogollas más tesas de ‘Bucarapanga’ y el cual buscaba financiar las altruistas ideas del enmascarado, poco a poco empezó a generarle deudas que lo llevó a colgar el traje.
Con más de 6 meses de ausencia y múltiples servicios que debía ‘pangar’, en diciembre de 2023 pensó en dar el desgarrador anuncio. No obstante, tuvo las fuerzas para comunicarlo hasta el pasado 17 de enero de 2024, día en el que publicó un vídeo en el que expresó sus motivos (aquí el video).
Desde semejante anuncio, no ha parado de recibir mensajes de apoyo de sus admiradores y ‘panceros’. Sin embargo, por más que él desee retomar su mágico local, la decisión radica en dos factores: el primero es el ‘okay’ de su arrendataria, debido a que en marzo de este año acaba el contrato, y el segundo es tener la certeza para poder sostener el proyecto que consiste en ayudar sin generar ganancia propia (modelo de negocio idealista, el cual ningún ‘pantrocindor’ ha demostrado tener las agallas suficientes para adoptarlo).
Con el colorido atuendo en el closet, su vespa en el parqueadero y un momento anímico complicado, la persona detrás del casco mantiene viva aquella heróica intención de cambiar la ciudad, sólo que está atravesando por un momento de prueba.
Aquella prueba que confirma que todo gran poder, conlleva una gran ‘respansabilidad’.
