Pese a que está prohibida, los vendedores ambulantes del centro de Bucaramanga y de otras partes del área metropolitana están ofreciendo pólvora. Este imprudente comercio pone en riesgo la seguridad de la población y viola las disposiciones legales.
Tras un recorrido hecho por algunas vías, Vanguardia detectó que algunos informales camuflan los tradicionales fósforos de bengala, las martinicas, los volcanes y los totes en muchos puntos, como por ejemplo el Paseo del Comercio, en donde se han detectado cerca de 20 informales haciendo parte de este ilícito negocio.
Uno de los métodos utilizados por estos vendedores es ocultar la pólvora entre otros productos de venta legal, como juguetes, dulces, ropa o alimentos. De esta manera, logran pasar desapercibidos y confunden a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley.
La venta de pólvora está prohibida en Bucaramanga debido a los altos riesgos que representa para la salud y la seguridad de las personas. Es más, a través del Decreto 0165 la Alcaldía de Bucaramanga fijó normas y restricciones para la venta y uso de pólvora.
De acuerdo con esa reglamentación, existe la prohibición de venta y manipulación en el espacio público. De hecho, no se admite la venta ambulante o estacionaria, así como la distribución, tenencia, porte, manipulación o quema de pólvora, fuegos artificiales o elementos pirotécnicos en las áreas que conforman el espacio público, incluida la zona rural. Tampoco se admite la manipulación y la quema de globos o elementos denominados ‘años viejos’ o similares que contengan pólvora.
Y pese a que este impedimento, tanto en la comercialización como en la manipulación en espacios públicos, los vendedores informales insisten en evadir las regulaciones y continúan con esta actividad ilícita.
Algunos estacionarios se ubican en lugares estratégicos, como la congestionada calle 34 y el mismo Paseo del Comercio, por citar sólo dos direcciones, donde es más difícil para las autoridades controlar y detectar la venta de pólvora ilegal. Aprovechando el caos y la aglomeración de personas, durante la temporada decembrina, ellos encuentran una oportunidad para lucrar a expensas de la seguridad de la ciudadanía.
Los accidentes causados por la manipulación inadecuada de la pólvora pueden resultar en quemaduras graves, lesiones o incluso la pérdida de extremidades.
De hecho, según las autoridades de salud, en lo que va corrido de diciembre, en Santander dos personas han resultado con quemaduras por el indebido uso de la pólvora: un adulto y un niño, quienes registran graves lesiones a la hora de manipular fuegos artificiales.
Además del peligro, hay que señalar que el ruido y la explosión de los artefactos pirotécnicos pueden causar daños en el sistema auditivo y generar problemas de estrés y ansiedad en personas y animales.
Las autoridades policiales y la misma Alcaldía de Bucaramanga han manifestado su preocupación por esta situación y han intensificado los esfuerzos para combatir la venta ilegal de pólvora. Se han realizado operativos en diferentes puntos de la ciudad para confiscar los productos peligrosos y sancionar a los infractores.
De igual forma, se hace un llamado a la comunidad para que evite adquirir pólvora ilegal y denuncie cualquier actividad sospechosa a las autoridades competentes.
Dato para tener en cuenta: $ 1’237.000 es la multa por usar o vender pólvora en calles de Bucaramanga