La Sección de Apelación del Tribunal para la Paz de la JEP le dio una nueva oportunidad al exgobernador de Santander, Hugo Heliodoro Aguilar Naranjo, para que aporte de manera comprometida y real a la construcción de la verdad sobre el fenómeno paramilitar en la región, pero sobre todo para que cuente cuál fue el apoyo que recibió de estructuras del grupo armado ilegal para llegar al poder.
Aguilar fue excluido de la Jurisdicción Especial de Paz porque, según los magistrados, en su primera oportunidad las declaraciones entregadas por el exgobernador de Santander ante la JEP y ante la Comisión de la Verdad, contrario a reconocer su vínculo con los grupos paramilitares y esclarecer los hechos de violencia política que se vivieron en Santander en el comienzo del siglo, terminaron siendo imprecisas, inconsistentes y tendenciosas para desmarcar su crecimiento político electoral en Santander respaldado por las AUC.
La verdad sobre Panachi y el paramilitarismo
El 2 de junio de 2020, en un escrito dirigido a la JEP, que tituló “La verdad del coronel”, Aguilar Naranjo anuncia que detallará ante el Tribunal la forma como la obra del Parque Nacional del Chicamocha, Panachi, uno de los íconos del turismo en Santander, se convirtió en una especie de ‘fortín paramilitar.
En su versión preliminar Aguilar reseñó que la construcción del Parque Nacional del Chicamocha fue un medio para poder cumplir pactos burocráticos con los paramilitares, esto, a través de convenios interadminsitrativos entre el Departamento y la Corporación Parque Nacional del Chicamocha, para contratar a todas las personas encargadas por las autodefensas.
“Si bien es cierto, los convenios los firmaban los secretarios de despacho, yo era el Gobernador y el presidente de la junta directiva de Panachi, y aproveché para involucrar al diputado Nelson Naranjo Cabarique como el interlocutor entre el proyecto y las autodefensas para seleccionar la gente de esa organización al margen de la ley que entró a trabajar en el año 2004 y así cumplir con el compromiso burocrático”, relató Aguilar.
El proyecto de Panachi, según cuenta el propio Hugo Aguilar, fue objeto de denuncias por parte los exsenadores Hugo Serrano y Horacio Serpa, ambos ya fallecidos, quienes advirtieron públicamente ante autoridades judiciales en que el proyecto no era para impulsar el turismo ni reactivar la economía sino para cumplir económica y burocráticamente a los paramilitares.“De ahí que el Eln intentó hacer un atentado terrorista cuando iba a inaugurar el puente que había construido sobre el río Sogamoso para la entrada al municipio de Cepitá”, agrega Aguilar.
La nueva y última oportunidad que la Justicia Especial para la Paz le dio al exgobernador Hugo Aguilar tendrá inicio el próximo 14 de noviembre.