Cuando la idea de emprender llegó a la vida de este joven piedecuestano, él trabajaba como domiciliario y fue en ese empleo en el que decidió que su emprendimiento sería con las comidas rápidas. Hoy el ‘arepazo’ es un negocio dirigido por familia, Méndez es el dueño, pero atiende a su clientela junto a sus hermanos y su mamá.
“Desde el año pasado empecé con la idea de tener un negocio de arepas, yo empecé este año en abril” manifiesta este emprendedor, quien narra cómo fueron sus primeras ventas, desde su casa preparaba sus productos y los entregaba a domicilio, de esta manera empezó a darle forma a su sueño.
El barrio Chacarita fue testigo de la apertura del punto físico de este ‘arepazo’, un mes después de estar trabajando desde su hogar logró inaugurar un puesto de arepas en la calle. El anhelo de tener algo propio y de poder generar empleo hizo que Sebastián tomara el riesgo de iniciar su emprendimiento, Méndez quería retribuir un poco de la ayuda que él recibió anteriormente en otros negocios en los cuales trabajó.
‘El Arepazo’ ofrece a su clientela un menú lleno de toppings para rellenar las arepas, arepa rellena con pechuga, carne de hamburguesa, salchicha, chorizo, tocineta, entre otros, con precios bastantes cómodos que se ajustan al bolsillo de su clientela y ofrecen productos de calidad.
“Hemos tenido dificultades pero de eso se trata emprender, de cogerle amor a lo que uno hace” afirma su dueño. Con altas y bajas está trazada la trayectoria de los emprendedores, Sebastián manifiesta que las adversidades solo generan más ganas de seguir luchando por su sueño y de trabajar por encontrar la forma adecuada para lograr superarlas. Su tiempo hoy es dedicado 100% al negocio, esto le permite tener un punto de vista más completo sobre lo que necesita mejorar para el beneficio del emprendimiento.
Este piedecuestano es el claro ejemplo de que los sueños se cumplen cuando se trabajan, con pequeños pasos y acercándose poco a poco a su idea de emprendimiento fue que Sebastián logró lo que hoy en día tiene, un pequeño negocio que proyecta ser inmenso pero que disfruta de su proceso de crecimiento.
Tener un local y generar más empleo es como Méndez proyecta su negocio, llegar a otros lugares con su ‘arepazo’ y que las personas los distingan por la calidad de sus productos y el buen servicio al cliente. “Sueño con volverlo una empresa”.
El miedo de fallar siempre está, fracasar hace parte de las posibilidades cuando se inicia un nuevo proyecto, pero para este emprendedor siempre existirá manera de solucionar la situación por muy complicada que parezca. Después de luchar tanto para que su sueño se hiciera realidad, no va a permitir que los momentos de incertidumbre entierren los frutos que hoy por hoy ha obtenido.
