Muchas están sueltas, otras se desgastaron con el paso del tiempo, algunas tienen sus bordillos acabados y hay bastantes quebradas. Los problemas con las baldosas de las aceras de la ciudad son muy variados, pero en los últimos años casi todas tienen un denominador común: su pésimo estado de conservación.
Esta radiografía sale a la palestra justo cuando se realiza en la Comuna Cabecera, de Bucaramanga, una singular protesta de los ciudadanos, quienes se pusieron en la tarea de marcar de color amarillo, con una equis roja, las losetas desbarajustadas de la carrera 33.
¡Y sí! Es evidente que muchas de las losetas de esa zona y en general de toda la ciudad están en condiciones deplorables y, de paso, representan un peligro para los transeúntes.
Las baldosas rotas, agrietadas y desprendidas se ven por doquier en casi todas las aceras. Tal problemática no sólo afecta la imagen de la Ciudad Bonita, sino que además hace que muchos transeúntes den ‘pasos en falso’ y sufran accidentes. Es común ver personas tropezando o cayendo, debido a estas irregularidades en dicho pavimento.
De hecho, el pasado lunes, una mujer se resbaló en el sector del Paseo del Comercio, a la altura de la carrera 18, y se fracturó uno de sus tobillos al transitar sobre uno de esos ladrillos.
En Cabecera el desgaste de los baldosines también ha provocado caídas y fracturas a varias personas que por allí transitan. Las áreas más desgastadas se encuentran en las carreras 33 y 36, entre calles 46 y 51.
De igual forma, el mal estado de las baldosas dificulta la movilidad de personas en situación de discapacidad, como aquellos que utilizan sillas de ruedas. La falta de una superficie uniforme y segura limita el desplazamiento de esta población.
¿Quién responde por esta situación?
Las aceras es responsabilidad de la Alcaldía de Bucaramanga, a la que le corresponde destinar recursos e implementar medidas para garantizar la integridad de nuestras aceras y la accesibilidad de todos.
Sobre el particular, el Municipio informó, mediante boletín de prensa, que durante la presente administración de han recuperado miles de metros cuadrados de senderos peatonales; y también se han restaurado losetas en zonas como el Parque San Pío, la calle 37 y otros parques; sin contar que en la actualidad se renuevan baldosas dentro del ‘Plan C, Ciudad Caminable’.
“Con estos proyectos se reconfigurará el espacio público para rejuvenecer su imagen y rescatar el entorno, para así garantizar un mayor acceso y disfrute de todos los ciudadanos. La priorización del peatón será pieza clave para asegurar una mejor interconexión de los parques”.
“De esta manera, los transeúntes tendrán la posibilidad de disfrutar y experimentar de otra manera el Centro, por citar sólo una de las tantas zonas en donde se están haciendo tales intervenciones a los andenes”, añadió el Municipio.
En el caso del Centro, “esta es una apuesta por la consolidación del sector histórico y administrativo, que además de aportar a la economía, les brinda bienestar y calidad de vida a los bumangueses y visitantes”, puntualizó.
LAS ESTÁN MARCANDO EN CABECERA
Las desbarajustadas baldosas de la Comuna Cabecera, que hoy son ‘trampas’ para el ciudadano de a pie, están siendo pintadas por la comunidad.
Si se da una pasadita por la carrera 33, por citar sólo una vía, usted encontrará que algunas baldosas están señaladas con una ‘equis’ en rojo y un fondo de color amarillo.
La idea, según el líder cívico del Frente de Seguridad de Cabecera, Cesar Augusto Niño Sanabria, “es advertirles a los peatones que las baldosas que son de alta peligrosidad para la gente. Deportistas, personas de la tercera edad y hasta una señora con un niño de brazos han caído en ellas”.
“Nuestro mensaje es claro: tenga cuidado porque se trata de las baldosas peligrosas”, añadió el dirigente.
Según explicó, “esta problemática se ha denunciado miles de veces sin que se tome una decisión. Hay dos detonantes, primero la mala ejecución de la obra de proyectos de andenes y la segunda el mal uso que hacen de estos corredores caminables algunos motociclistas que se suben a ellos y los parten”.
EN EL PASEO DEL COMERCIO
Las baldosas del Paseo del Comercio, sin lugar a dudas, son las más deterioradas de Bucaramanga. Este paso peatonal, que tiene 33 años de construido, requiere con urgencia de una brigada de reparación de sus pisos, los cuales se han desgastado. El constante paso de los peatones y la permanente invasión de ventas ambulantes en esta neurálgica zona céntrica han dado al traste con tales baldosines.