Si Lulú no hubiese sido rescatada a tiempo de las calles de Bucaramanga, probablemente la infección que tenía se habría extendido por su organismo y ocasionado hasta su muerte.
Las bacterias se multiplicaban en su cuerpo y deterioraban con el paso de los días su estado de salud, ante la mirada indiferente de cientos de bumangueses que pasaban por su lado.
Además de las graves heridas que sufrió en una de sus patas delanteras luego de ser atropellada por un automotor, Lulú también era víctima de abandono. Su devenir no pintaba nada bien
La segunda oportunidad de vida para esta ‘peludita’ comenzó cuando un Gestor de Convivencia de la Alcaldía de Bucaramanga por casualidad la encontró en las calles.
Al notar su estado grave de salud, el gestor dio aviso a las autoridades para iniciar la ruta de rescate y atención en el caso de Lulú.
Si observa o tiene información sobre situaciones similares de maltrato y abandono contra animales, puede denunciar y alertar este tipo de casos a través de la línea de emergencias de la Policía Nacional 123.
También puede acudir en persona al CAI o Inspección de Policía más cercana. Igualmente puede describir la situación a través de los siguientes correos electrónicos: mebuc.polam@policia.gov.co, ins.policia.proteccionalavidaturno4@bucaramanga.gov.co.
Tuvieron que amputar su pata delantera
Un grupo de expertos transportó a Lulú hasta la Unidad de Bienestar Animal, UBA, de Bucaramanga, en donde médicos veterinarios se encargaron de hacer valoraciones y brindar los primeros auxilios a la perrita.
“Llegó en estado crítico. Encontramos que tenía una patita inflamada, con exposición ósea y necrosis. Fue estabilizada. Se brindó proceso anti inflamatorio y se hizo amputación”, informó el Programa de Bienestar Animal de la Alcaldía de Bucaramanga.
De acuerdo con lo advertido por los expertos, la fascitis necrotizante en un can puede provocar que la infección se extienda y literalmente mate los tejidos. Se trata de una afección que debe ser tratada con urgencia
De no ser por la oportuna intervención de las autoridades, Lulú habría podido perder la vida.
Según el reporte más reciente del Gobierno Local, desde su apertura la Unidad de Bienestar Animal ha permitido rescatar, atender y brindar refugio a 378 mascotas, entre perros y gatos maltratados y en condiciones de abandono.
“Esta labor se adelanta atendiendo las denuncias de la comunidad, sobre vulneración de los derechos de los animales, situaciones que comprometen su salud física, emocional, y la convivencia con su entorno”, señaló el Municipio.
Lulú ahora vive con una familia que la cuida
Por fortuna el proceso de recuperación de Lulú culminó con éxito, luego de todas las intervenciones médicas veterinarias que se le realizaron.
A pesar de quedar con tres patas, esta ‘peludita’ continuó corriendo y saltando. También puso de sí misma para salir adelante. Puso su mejor cara y disposición, a la espera de una posible adopción.
“Hoy Lulú está feliz con una familia que decidió adoptarla y volverla parte de su hogar”, informó el Programa de Bienestar Animal.
El pasado mes la Unidad de Bienestar Animal cumplió un año de operaciones. Desde su apertura, la UBA ha permitido rescatar y poner en adopción 141 mascotas.