Por la vía a Girón, una vez se pasa el antiguo puente ‘Flandes’ y cruzando a mano derecha está Carrizal Campestre, un proyecto de vivienda que ya cumple 26 años desde su fundación.
Este barrio se encuentra a un lado del famoso puente ‘Antonia Santos’ y justo al frente está el malecón, que hace más de un año se construyó para la comunidad de este sector de la ‘Villa de los Caballeros’.
Carrizal Campestre tiene cerca de 239 viviendas y alrededor de 800 personas viven en ellas.
Las virtudes del barrio incluyen el ambiente tranquilo, los espacios deportivos y las actividades culturales.
Además, el lugar se caracteriza por el profundo respeto que la comunidad les tiene a sus zonas verdes. Es algo así como el ‘pulmón’ de Girón.
Sin embargo, se necesitan mejoras en la infraestructura, como la recuperación de la cancha múltiple y el salón comunal, así como la seguridad con la instalación de cámaras, pues hoy se cuenta 16 cámaras de seguridad y 25 cornetas en todo el barrio.
También se han mejorado las canaletas en las calles 56 y 60, una iniciativa de la comunidad y sus líderes sociales.
El barrio cuenta con una ruta de bus y la institución educativa más cercana es el Colegio Facundo Noa, sede D. Tiene todos los servicios, pero el consumo de servicios públicos, en muchas de las viviendas es alto y el suministro de luz es intermitente.
Cómo fuente de ingreso, hay varios negocios como tiendas, papelerías, heladerías, ferreterías y una droguería.
Sus áreas vecinas están conformadas con otros barrios como: Estoraques, Carrizal La Nueva, Villa Paula, Bosquecito, Altos del Carrizal y San Antonio del Carrizal.
Su historia
En sus inicios la constructora Martínez Villalba logró crear en este sector varios proyectos de vivienda, entre ellos: Carrizal Campestre.
El lugar en donde se levantaron las viviendas era una vieja finca, llena de carrizos, de ahí el nombre de Carrizal. Su apellido Campeste se da por la zona, gran vegetación y un ambiente boscoso por naturaleza.
Según Miriam Ramírez, hace 26 años paseaba por Girón y vieron el proyecto en su cuarta etapa; en su momento le llamó la atención frente a la facilidad de poder adquirir la vivienda e hicieron la gestión para comprarla.
“Pagamos una cuota inicial, en ese entonces eran dos millones, 500 mil pesos y nos la entregaban en un año; el resto de los pagos eran mensuales hasta completar los 23 millones que costaba”.
“Sólo existían las de la calle 56 y 57 y yo quería una esquinera, pero por presupuesto no me alcanzaban entonces adquirí otra y aquí monté mi negocio de tienda”, sostiene.
Fue entonces en 1997 que se fundó Carrizal Campestre, un proyecto de viviendas de color verde, de dos pisos y de 57 metros cuadrados.
Recuerdos imborrables
La comunidad de este barrio afrontó un momento muy crítico entre la noche del 11 de febrero y la madrugada del 12 de febrero de 2005, tras la sonada avalancha del Río de Oro en Girón.
Por las deficiencias en el sistema de alcantarillado y el crecimiento del afluente, muchas de las viviendas se inundaron.
Por fortuna, durante la presente administración se terminaron de construir los muros de contención que le dieron firmeza a la zona y se solucionó este grave problema. Hoy es un gran malecón.