Estudiantes del Colegio Gabriel García Márquez siguen a la espera de que les entreguen la sede B del barrio Caracolí, en Floridablanca. Sin embargo, mientras las obras de esta institución educativa se concretan, más de 200 niños deben recibir sus clases en dos lugares: el salón comunal y la sede principal del colegio, situación que llena de inconformidad a padres de familia y directivos de la institución, quienes fueron enfáticos en el riesgo que representa la ubicación del salón al estar justo al lado de la carretera por la que transita el Metrolínea y el hacinamiento en ambas sedes.
Diana Yeniz es una madre de familia y habitante de este sector, quien durante varios años tuvo a sus hijos en el García Márquez. La impotencia la llevó a tomar la decisión de cambiarlos de colegio en 2023, pues cuenta que a los padres de familia “les vieron la cara” porque llevan exactamente seis años con una Sede B que no está terminada para que los más pequeños del municipio reciban educación en este espacio.
Por su parte, la coordinadora de la institución, Fabiola Edith Gil Corzo, explicó que la obra de este colegio está a cargo del Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa FFIE desde julio de 2016 y se comprometió con la comunidad del sector a entregarlo en un plazo de dos años, el cual se dilató a seis porque cambiaron tres veces de contratistas. Mientras la obra avanza a paso lento, la comunidad educativa atraviesa múltiples desafíos en el día a día, pues el hacinamiento, las afectaciones a nivel académico, de convivencia y un solo baño para niños y otro para niñas en el salón comunal, son algunos de los problemas.
La espera de la comunidad educativa se está agotando, pues sostienen que si no hay avances y soluciones contundentes antes del 26 de junio, organizarán un plantón a las afueras del colegio y no permitirán que sus hijos sigan recibiendo educación en medio de la precariedad.
La reunión
Mientras los meses transcurren, Fabiola Gil aseguró que ya tuvieron una reunión con el FFIE, el cual se comprometió a terminar la Sede B del colegio para que los niños puedan regresar a sus instalaciones luego de vacaciones de mitad de año, es decir, que el 4 de julio de 2023 es la fecha para que sean reubicados los estudiantes. “Es más adecuado para el colegio. Ahí estarán muchísimo mejor los niños”, agregó la coordinadora, quien espera que la fecha se cumpla para que la educación en este colegio mejore sus condiciones.