La subida de precios e inflación histórica que alcanzó Colombia para el cierre de 2022, con el 13,1 %, provocó una carestía que tiene asustado a más de uno, pues cada vez es más difícil encontrar donde mercar barato y hacer rendir su dinero.
De acuerdo con el Dane, los alimentos subieron 27,8 % para el cierre del año pasado, el doble de la inflación, lo que explica el alto costo de vida que tienen que enfrentar los hogares colombianos y los hace pensar día a día en cómo ahorrar y sentir menos el impacto en sus bolsillos.
Usa una app para una lista de compras:
Le permite crear distintas listas, marcar lo que ya compró y tachar lo que ya no necesita. Con esto comprará justo lo que necesita, sabrá de antemano qué debe buscar y evitará muchas de las compras de impulso, mismas que son la causa de las altas cuentas de supermercado.
Evite el desperdicio:
Otra forma de ahorrar es planear de antemano los menús. Muchas veces sólo se requieren algunas cosas básicas para el desayuno y algunas más variadas para el almuerzo o la comida. Al planear los menús se evita el desperdicio y sabrá qué ingredientes son los que requiere para la semana e incluso comprar productos con fecha de caducidad limitada que podrá comprar a precio más barato o con algún descuento.
Utiliza tu lista para verificar qué tienes y qué falta:
Una vez que tienes tu lista y menús planeados, puedes comparar y ver qué tienes ya en casa y evitar comprar cosas repetidas o desperdiciar. Esto reducirá tu gasto en mercado y lo hará más eficiente.
Evita los alimentos preparados o empaquetados:
Siempre que compres alimentos ya preparados o empaquetados, piensa que estás pagando un extra por el trabajo que requirió su preparación o empaque. Si compras los productos frescos, como frutas, verduras, carne o granos y los preparas, es seguro que estarás ahorrando mucho dinero.
Revise puntos, club de precios y descuentos:
Esa una alternativa que muchas personas no consideran y con lo cual pueden ahorrarse un buen dinero al mes. Algunas cadenas de supermercados y mayoristas o las tiendas de descuentos duros ofrecen, según la alternativa de cada uno, ayuda a su bolsillo. Hay productos de marca libre que son más económicos y que ofrecen una muy buena calidad. Otro consejo es aprovechar los puntos que acumula con varios miembros de la familia y que se pongan de acuerdo para sumarlos y hacer una compra más eficiente.
Aprende a cazar las ofertas y días especiales:
La mayoría de los supermercados tienen un día de la semana en el que ofrecen precios especiales en verduras, carnes o algún otro producto. También existen folletos con descuentos que publican quincenal o mensualmente. Por último, existen sitios en internet en los que pueden revisar las ofertas o promociones existentes de manera diaria.
Visita mercados locales, plazas, tiendas y compara precios:
Existen muchos supermercados que ofrecen precios bajos, sin embargo, hay ciertos tipos de productos que es mejor comprar en las plazas de mercado tradicionales o incluso en las tiendas de barrio. Productos como la verdura y la fruta se pueden conseguir de mejor calidad y precio en los mercados locales, así como otros productos a granel.
Nunca vaya a mercar con hambre:
Esta es una regla básica, ya que si vas con hambre es posible que termines comprando más cosas de las que necesitas o que termines comprando alguno de los productos que ofrecen en las cajas registradoras. Dicho sea de paso, esos suelen ser los productos más caros en relación con lo que uno obtiene y siempre son cosas que uno compra por impulso y no necesita realmente.
No compre lo más barato:
Hay gente que cree que ahorrar es comprar lo más barato, y no es así. Hay que buscar la mejor relación entre calidad y precio ya que de nada sirve comprar lo más barato si no es de utilidad o no nos gusta.
Verifica y calcule el precio:
Esto es algo muy curioso y en lo que casi nadie pone atención. Utilizando la calculadora en su teléfono calcule el precio de cada gramo o mililitro de producto para saber qué presentación es la más barata. Lo increíble es que muchos creemos que el paquete familiar o grande es el que más conviene y no siempre es así. Resulta que, si compran varios tarritos pequeños para juntar un litro, por ejemplo, sale más barato que comprar el empaque de un litro, increíble pero cierto.