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La historia de Adriana Pinto, la ‘Piñerita’ que siembra su futuro en Lebrija

Esta joven se ha consolidado como una líder campesina. Desde 2021, la santandereana ha organizado a mujeres de Lebrija alrededor de la venta de productos a base de piña, con el objetivo de fortalecer fuentes económicas propias y que estas sean autónomas.

Nacida entre los piñales y una ‘dinastía’ de familiares agricultores y comerciantes, Adriana Pinto García le hizo caso a su corazón y continuó el legado que por décadas su padre y tíos sembraron en Santander.

Con menos de metro sesenta de estatura, esta lebrijense se impone a todo sitio al que llega y es un desborde de creatividad y elocuencia.

A sus 26 años ha conseguido ser galardonada como una joven empresaria del campo por la Asociación Hortifrutícola de Colombia, Asohofrucol, que reconoció su trayectoria como emprendedora y también como líder.

Un legado que defender

Como toda historia, esta también tiene un principio. Antes de que Adriana arribara al mundo, su familia ya llevaba décadas en el negocio de la piña. El precursor de lo que se convertiría el sentido de la unión de esta familia fue el abuelo de la protagonista de esta historia: Pedro Jesús Pinto Carvajal, quien se mudó de Molagavita a Lebrija, y después a Bucaramanga, con el negocio de la piña.

De este legado, su padre , Jesús María Pinto Anaya, conocido en el gremio piñero como ‘Chucho’, empezó una travesía por abrirse paso entre estas montañas y conseguir vender su fruto sagrado. Cuenta Adriana Pinto, que sus padres empezaron desde abajo, yéndose descalzos hasta San Francisco, a vender sus productos.

“Mi familia consiguió mejorar su calidad de vida, con empeño y dedicación. Ese fue el legado que mi papá me dejó. Lo que más admiro de él”, agregó Adriana.

Una oportunidad para crecer

Desde los siete años, cada fin de semana, esta santandereana subía con su padre a la finca y aprendía el oficio de arar, sembrar y cultivar piña. A la par de que cuidaban la tierra, don Jesús Pinto también empezó a innovar, eso sí sin fines comerciales.

“Mi papá, de tanta piña que tenía, no le quedó de otra que hacer tortas de piña, chocolates de piña, bocadillos, y hasta pan de piña. Nosotros comíamos en las fechas especiales”, relató Pinto.

Todas estas enseñanzas culinarias empezaron a hacer mella en Adriana, quien se quedó con este valioso conocimiento que no pensó, que años después, se convertiría también en su trabajo y emprendimiento.

En 2015, una tragedia familiar ensombreció su camino. La desesperanza y la falta de sosiego por aquel amargo capítulo de su vida no pudieron detener el empuje de esta berraca santandereana.

Adriana Pinto puso su fe en Dios, y según ella, esta fue la mejor cura que encontró para su corazón afligido. “Me dije así misma debo seguir adelante”.

El nacimiento de la ‘piñerita’

Su camino como líder y emprendedora empezó con una ‘Piñatón’ que organizó en 2021, con un amigo que tenía que vender una buena cantidad de piña. Ella decidió ayudarlo y, a través de un video, hizo la invitación para que la gente se animara a comprar en inmediaciones del Centro Comercial Cañaveral. “Vendimos la mitad de lo que llevaba y así empezó esta historia”, contó.

Marcela Yuliana Pinto, su hermana, y su mamá, Emilse Isabel García, la impulsaron a continuar con las venta de productos de piña, y esta vez resultó ser todo un éxito. Bajo el lema ‘Mujeres Berracas de Lebrja’, Adriana consiguió motivar a cuatro emprendedoras más y así organizar una feria de la piña, pero con productos elaborados a base de la fruta y también con la fibra de esta: papel, artesanías, accesorios, dulces, tortas y también los famosos chocolates.

“Ya tenía todo organizado, pero me faltaba un lugar. Toqué muchas puertas, pero fue en Centroabastos, en donde empezaron también mis padres, que el gerente Carlos Quiroga, me dio la mano, prestándome un sitio, con carpa, mesas, sillas y hasta sonido”, recordó la joven.

La actividad fue satisfactoria. “Todo se vendió”, contó alegre.

Con ese granito de arena, Adriana se convirtió en un apoyo de los campesinos de su región. A través de grupo de WhatsApp, esta mujer empezó a difundir toda la información que fuera de utilidad para ellos, para que se formaran y accedieran a los fondos de emprendimiento que el Gobierno tiene a disposición de los campesinos .

La líder campesina

Desde entonces, la ‘Piñerita’, como fue bautizada por su estatura, dulzura y berraquera, se ha convertido en una líder campesina que quiere enaltecer el nombre de Lebrija y de Santander, ante Colombia y el mundo. Danovis Lozano, concejal de Bucaramanga y amigo de Adriana, coincide en que esta mujer es una líder innata. “Es una verdadera santandereana de a pie, lo que ha hecho con las comunidades campesinas es de admirar. Para mí es una de las lideresas sociales más incluyente que he conocido en la región”, dijo.

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