Nayibe Valbuena Portilla nació en Bucaramanga y por mucho tiempo vivió en el barrio Álvarez y también en Girón.
Desde hace 18 años está en la vereda Acapulco y fue gracias al empuje del comercio y buscando oportunidades de vida.
“Este lugar es hermoso para vivir, sobretodo la tierra es muy buena para cultivar. Desde hace hace 18 años tengo mi negocio, alguien me la ofreció y desde ese entonces tengo mi clientela”.
“Mi experiencia como tendera ha sido algo muy bonito, pero se sabe que no es para todo mundo. Hay personas amables y otras complicadas, pero uno tiene que hacerle frente a todos”, comenta esta mujer.
Su labor diaria como tendera la hizo crecer bastante como comerciante y ahora tiene junto a su tienda otro negocio; unos billares que le permite relacionarse con más clientes.
“Hay que tenerle paciencia a todos; el cliente de acá tiene varias facetas pero hay que saber entrarle. Acapulco ha crecido y la competencia se coloca más dura, por eso hay que saber tratar a la gente”, dice.
El negocio se llama supermercado Anny, pues ella, su hija, es la que le ayuda a atender los clientes y es su mano derecha en todo.
“Anny Daniela y otra hija son mi apoyo en este negocio. Me ayuda a ordenas los productos, atender y sobretodo está pendiente que no falte nada”.
Frente al surtido, es clara en afirmar que este sector los precios son iguales a los e las tiendas de barrio de Bucaramanga y el área metropolitana.
“La gaseosa, arroz, azúcar, panela. Aceite y todo lo de la canasta familiar es al mismo pecios. Los preventistas llegan, toman el pedido y nos surten al igual que en la ciudad”, afirma.
Nayibe también dice que son varios los productos que tienen una rotación particular dentro de su negocio.
“La comida para animales y los dulces, es curioso pero es lo que más se vende; artículos de aseo y de droguería también rota bastante en el negocio”.
En el tema económico, el alza de los precios ha sido un favor determinante, pero que el cliente acoge, pues sabe que la economía del país cada día su volumen aumenta.
“Al principio le critican los clientes por el alza, pero ahora toca toca aceptar porque no hay que bajar calidad”, dice Nayibe, quien abre a las 6:00 de la mañana su negocio, todos los días.