Diversos gremios económicos registran pérdidas en medio de la crisis que registra el país.
Ante esta situación, solicitan que los diferentes sectores que han levantado su voz acudan al diálogo con los gobernantes, cese la violencia y se les permita el funcionamiento normal de sus negocios.
Alejandro Almeyda, director de Fenalco Santander, reiteró que se estima que en medio de la pandemia en el departamento unos 13 mil negocios debieron cerrar sus puertas definitivamente. “Hemos tenido una tasa de desempleo de más del 14%. Nuestros comercios se han visto afectados debido a los cierres masivos”.
Según el representante de los comerciantes, el país pierde más de $155.000 millones diarios por cada día de protesta.
Terminal de transporte
En la Terminal de Transporte de Bucaramanga se encuentra operando casi en un 20 % de su capacidad, por la fuerte reducción en el flujo de pasajeros.
Nelson Gómez Dávila, jefe de seguridad y operación de la TTB, explicó que por los bloqueos hubo días en que no se despacharon viajes a algunos destinos. No obstante, resalta que en los últimos tres días se ha venido normalizando la actividad.
Constructores
Durante estos días, el gremio de constructores también se ha visto afectado, pues se ha dificultado la llegada de materiales, se han encarecido los precios y las obras no han podido avanzar con normalidad, lo que también deteriora la confianza del consumidor.
Silvia Rey, gerente de Camacol Santander, explicó que hasta los trabajadores han tenido inconvenientes para llegar a sus puntos de trabajo tanto en las obras, sedes administrativas y salas de ventas. “Se han tenido que hacer ajustes revisando el tema de traslados y jornadas laborales”.
Igualmente, el bloqueo de las vías nacionales ha ocasionado escasez de materiales como cemento, pvc y cerámica. “Los precios están mucho más altos. Es una situación muy compleja”, afirmó Rey.
Lecheros
El paro también puso en aprietos a los lecheros de Santander, quienes tuvieron que ingeniárselas para llegar al extremo de tener que botar el producto. Debido a que la producción de leche es constante, los centros de acopio estaban llenos pues no se podía transportar hacia las empresas procesadoras de Bucaramanga y Boyacá.
Carlos Rodríguez, jefe de Control de Calidad Lácteos Tamacara, afirma que la leche de su compañía recolecta leche de más o menos 250 fincas, que reducen cerca de 19 mil litros diarios para tres centros de acopio en Socorro, Oiba y Charalá. “Seguimos trabajando con incertidumbre, porque nos sabemos qué va pasar. Estamos haciendo nuestra labor, pero tuvimos que buscar la manera de sacar la leche para no llegar al extremo de botar el producto o detener los procesos”.
Avícolas
Otro de los sectores que también reporta afectación son las avículas santandereanas, que representan el 23% de la producción nacional. Esta industria se encuentra en vilo debido a las dificultades para el transporte de alimentos, agua e insumos para las granjas.
La Federación Nacional de Avicultores de Colombia, Fenavi, advirtió que esta situación pone en riesgo la seguridad alimentaria en la región.