A pesar de las denuncias de presuntas extorsiones a alcaldes para direccionar la votación, de maniobras clientelistas y agresiones en desarrollo de la asamblea general de la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, realizada ayer en la sede principal de la entidad, el poder del gobernador Mauricio Aguilar se impuso en la elección de los cuatro mandatarios que tendrán voz y voto en el Consejo Directivo de la autoridad ambiental este año.
90 mil millones de pesos puede ser el presupuesto anual de la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga.
De paso, las denunciadas maniobras del excontralor de Santander, Fredy Anaya, al parecer también le dieron réditos, pues los resultados de la votación terminaron beneficiándolo.
Tras casi cinco horas de una tensa reunión de la asamblea corporativa, en la que se presentaron cuestionamientos y acaloradas discusiones, fueron elegidos los alcaldes de Rionegro, Rubén Villabona; Piedecuesta, Mario José Carvajal; Matanza, César Lozada; y Charta, Álvaro Rojas, como los representantes de los mandatarios en el Consejo Directivo de la corporación.
Los resultados de la crucial votación del viernes dejaron con un amplio margen de maniobra tanto al gobernador Aguilar como al excontralor Anaya, quienes tienen plena influencia política sobre los alcaldes elegidos, que a su vez tendrán en sus manos buena parte de la elección del nuevo director de la Cdmb, a finales de este año.
El pulso de los grupos políticos más poderosos de Santander por mantener o retomar el control de la corporación ambiental tiene como objetivo no solo el jugoso presupuesto anual de la entidad, que puede llegar a los 90 mil millones de pesos, sino el amplio manejo burocrático, decisiones de política ambiental que determinan el uso de suelos en 13 municipios (entre ellos los cuatro del área metropolitana) y el manejo de millonarios ingresos como el de la sobretasa ambiental. Además, está en juego el control de la empresa de alcantarillado, Empas, con su presupuesto para contratación de obras de saneamiento básico en el amplio territorio de su jurisdicción.
Atropellada asamblea
La sesión de la asamblea general de la Cdmb de este viernes estuvo enmarcada por manifestaciones ciudadanas, denuncias de irregularidades, peleas y enfrentamientos entre los participantes.
Muy temprano, un grupo de personas se apostó en la puerta de la sede principal de la corporación para protestar por la suspensión de la alcaldesa de Suratá, Ana Coronado, quien días atrás había denunciado presiones del gobernador Mauricio Aguilar para direccionar su voto en la elección de los representantes de los mandatarios.
La escultura del libertador Simón Bolívar, en el parque que lleva su nombre, fue testigo de los bochornosos hechos registrados cuando llegó el mandatario departamental, quien fue agredido física y verbalmente por los manifestantes, al punto que casi no pudo entrar al edificio por los empellones. La situación fue tan delicada que tuvo que intervenir un grupo de policías del Escuadrón Móvil Antidisturbios para controlar la reyerta, en la que una persona resultó herida y con su cabeza ensangrentada.
Los manifestantes le reclamaban a Aguilar Hurtado con pancartas en las que pedían “respeto por la democracia”, cuestionándole por haber suspendido a la alcaldesa, lo que impediría su voto en la asamblea.
La sesión se desarrolló en un ambiente tenso, pues en el inicio se presentaron varias recusaciones que finalmente no fueron admitidas.
El diputado Ferley Sierra, presente en el recinto, cuestionó en varias oportunidades las presuntas irregularidades previas a la reunión, lo que terminó en un altercado con el secretario de Ambiente, Miguel Mauricio Sarmiento. “Aguilar se quiere robar la Cdmb”, señalaba Sierra.
El director de la corporación ambiental, Juan Carlos Reyes, tuvo que llamar al orden y pedir que se respetara la sesión y, en medio de los gritos, mirando a Aguilar, quien se encontraba a su lado en la mesa, aseguró que lo que estaba ocurriendo era vergonzoso.
«Es una vergüenza nacional lo que está pasando aquí, es vergonzoso para los santandereanos tener un gobernador que haga todas estas injusticias y locuras que se están cometiendo. Respeto por favor».
Juan Carlos Reyes, director de la Cdmb.
La sesión se mantuvo y finalmente llegó el momento de la votación, en la que no pudo participar la alcaldesa de Suratá, Ana Coronado (suspendida dos días atrás por el gobernador Aguilar). En su lugar votó el actual secretario de Salud departamental, Javier Villamizar, designado por el propio gobernador.
Y al final todo se dio según los cálculos que benefician los intereses tanto del mandatario departamental como del excontralor Fredy Anaya.
Aguilar, por su parte, se limitó a dar a conocer el resultado de la polémica elección de los cuatro funcionarios, comentando en sus redes sociales: “Mil felicidades a los alcaldes elegidos, a velar por los ecosistemas y la protección del medioambiente”.
La elección del director
Aunque los resultados de la elección de los cuatro alcaldes con voz y voto en el Consejo Directivo de la Cdmb para este año beneficia por ahora a la alianza Aguilar – Anaya, la pelea de los grupos políticos por tomar el control de la corporación tendrá un segundo momento a finales de este año cuando se dé la elección del nuevo director de la entidad.
Falta aún por definirse la delegación que haga el presidente Gustavo Petro, quien debe designar un delegado, que tiene silla y voto en la elección del director.
Para esto, el grupo político del excontralor Fredy Anaya ya tendría un terreno avanzado con la gestión de políticos cercanos al jefe de Estado, que se mueven en los círculos de la Presidencia, y que estarían promoviendo la designación de José Alberto Rodríguez Montaña, exalcalde de Rionegro, Santander, y esposo de la actual contralora (e) departamental, Blanca Luz Clavijo.
El voto del delegado del presidente Petro encajaría en los planes de Anaya para recuperar la Cdmb y la Empas, ya que estaría asegurando siete de los once votos del Consejo Directivo: un voto del gobernador Aguilar; otro de María Andrea Pimentel, una de las delegadas de las ONG; los cuatro votos de los alcaldes elegidos este viernes y el del representante de la Presidencia.
A pesar de las denuncias, las recusaciones, las peleas y las agresiones, parece que la Cdmb seguirá politizada.