Son muchas las veces que los usuarios de la bicicleta en Floridablanca han reclamado carriles exclusivos para sus recorridos, pero que no tenga que enfrentarse con el tráfico vehicular de corredores como la Autopista o la Transversal Oriental.
Frente a este panorama, la Alcaldía de Floridablanca planteó el diseño y construcción de una ciclorruta de 35 kilómetros, cerca de siete veces más grande de la que se planteaba en su Plan de Desarrollo, que era de cinco kilómetros.
Al respecto, el director del Banco Inmobiliario de Floridablanca,BIF, Julio César González, manifestó que “vamos a desarrollar la ciclorruta en varios tramos que terminarán interconectándose entre ellos. Buscamos que el bicicorredor logre conectar equipamientos comunitarios, colegios y barrios. Es decir, generando una integración de la municipalidad”.
El primer tramo que se busca desarrollar arranca su recorrido a un costado de la rotonda, ubicada a la espalda del Centro Comercial Caracolí. Allí se localiza una entrada que comunica con un lote de propiedad del municipio. Esta primera fase comunicará a este sector con el colegio Metropolitano del Sur, y en su recorrido pasará por los barrios El Remanso, los barrios Valencia, Villabel, Nuevo Villabel y sectores como el parque Robledo y la carretera antigua.
El segundo tramo llevará desde el colegio Metropolitano del Sur hasta el Intercambiador de Fátima, pasando cerca de los barrios Caldas, La Castellana, Zapamanga y Altoviento. La tercera fase comunicará a Fátima con El Campanazo, la cuarta llevará de este intercambiador hasta Bucarica, la quinta parte del proyecto se construirá desde Bucarica hasta la sede de la Dirección de Tránsito de la Autopista.
La sexta parte de la ciclorruta arrancará en Bucarica y llegará hasta la antigua Cervecería Clausen, que es la puerta de entrada al Cerro del Santísimo. La siguiente etapa conectará al barrio Remanso con el Niza y en su recorrido pasará por los barrios Molinos y Bosques del Payador.
Corredor amigable con la naturaleza
El alcalde de Floridablanca, Miguel Moreno, indicó que “el trazado no generará mayor impacto en la vegetación, porque los carriles no son de más de seis metros y el terreno se puede endurecer con materiales que hasta permiten la presencia de la capa vegetal. En los diseños se van a bordear los árboles, se van a trazar caminos que permitan mantener la capa vegetal”.
El mandatario local agregó que la ciclorruta incluirá carriles para peatones y estaciones comerciales en algunos puntos del recorrido para que las personas puedan acudir allí a disfrutar de comida, bebidas refrescantes y apreciar las zonas verdes y las fuentes hídricas por las que se atraviesa.
Moreno Suárez aclaró que el recorrido no va a exponer a los biciusuarios con el alto tráfico de vehículos presente en algunas zonas del municipio. “Si la bicicleta y la caminata hacen parte de la movilidad alternativa no tiene sentido ponerlos a competir con la movilidad de la Autopista. Creamos un trazado para que este recorrido lo lleve por vías laterales hacia sitios definidos”, aseveró.
En algunos de los tramos del recorrido se construirán puentes peatonales, barandas y otros elementos que garanticen la seguridad de los usuarios.
¿En qué va el proyecto?
El director de la entidad, Julio César González, anunció que ya se inició el diseño del primer kilómetro del recorrido, que se estaría terminando en marzo próximo. A la par de este proceso se está diseñando la topografía del segundo kilómetro y a medida que el proceso avanza se van entregando los insumos al taller de arquitectura del BIF.
El funcionario dijo que espera que en abril próximo se tenga el diseño completo para socializarlo con la comunidad y que todo el paquete del proyecto esté listo en la fecha en la que se promulgue el Plan de Desarrollo del Gobierno Nacional. “Creemos que a este tipo de proyectos el presidente Gustavo Petro les va a apostar y les va asignar recursos porque resuelven problemas de movilidad”, afirmó González.
Desde la Alcaldía de Floridablanca se estima que el costo total de cada kilómetro de esta ciclorruta costaría entre $1.000 y $1.500 millones y por ello se buscará la cofinanciación con recursos de la Gobernación de Santander y el Gobierno Nacional.