Muchos estudiantes de planteles oficiales de Bucaramanga, Girón, Piedecuesta y Floridablanca padecen dificultades para el acceso a los computadores. De hecho, en las diferentes escuelas y colegios del área, en promedio, hay escasamente un computador por cada 12 alumnos.
Según las estadísticas oficiales, en Bucaramanga, por cada computador hay tres alumnos; en Floridablanca, 10; en Girón, 25; y en Piedecuesta, 11.
Las anteriores cifras son desalentadoras si se tiene en cuenta que a estas alturas la virtualidad, tras la aparición de la pandemia, debió conminar a las instituciones a garantizarles a sus alumnos la debida conexión a las clases digitales.
El asunto es más preocupante en las áreas rurales de los cuatro municipios del área metropolitana de Bucaramanga. La razón: por estos lados, el tema va atado a la no conexión a internet y obviamente al difícil acceso de este servicio en los planteles de los corregimientos. En las veredas de Floridablanca la cobertura escasamente es del 30 %; en Piedecuesta, del 18 %; en Bucaramanga, del 58 %; y en Girón, del 18 %.
En la parte urbana, el acceso de la población a internet, si bien es mayor que en la zona rural todavía, no es del todo óptimo: en Floridablanca es del 75 %; en la capital santandereana, del 74 %; en Piedecuesta, del 58 %; y en Girón, del 56 %.
Vale aclarar que en sectores populares, como La Juventud, de cada 100 habitantes solamente 26 tienen conexión a internet en sus hogares. Es decir, esta realidad la padecen de manera extrema las familias de los estratos 1 y 2.
Para José Manuel Rojas, quien tiene a uno de sus hijos estudiando en un plantel del barrio Kennedy, de la Comuna Norte, “los pocos equipos con los que cuentan la institución disminuyen las posibilidades de tener una buena implementación académica para mi hijo y para sus compañeros. Por aquí la Alcaldía donó siete portátiles, pero son pocos para la cantidad de niños que hay”.
Debido a que tienen escasos computadores, “los estudiantes deben compartirlos y esto genera retrasos en la formación; además no cuentan con conectividad y hacen otras actividades en las clases de informática”, añadió.
Un estudio del Ministerio de Educación precisa que “si bien los estudios sobre la inclusión de las Tecnologías de la Información, TIC, en los centros educativos del área evidencia que esta herramienta por sí sola no garantiza el mejoramiento de la práctica pedagógica en las aulas, hay que admitir que en esta área de los dispositivos hay una gran brecha entre la educación oficial y privada”.
¿Qué responden los municipios del área?
Para el caso de la capital santandereana, según el boletín oficial del Municipio, “ hoy nuestra ciudad está en tres computadores por estudiantes y vamos a seguir bajando el promedio para bien de la comunidad”.
“Además, próximamente arribarán 5.000 equipos y completaremos cerca de 20 mil computadores en todas las instituciones oficiales de Bucaramanga. Acá hay una herramienta para el futuro que les va a mejorar sus vidas”, reza el parte oficial.
Y complementa que, en varias instituciones educativas se construirán 10 aulas Steam, “todas ellas tendrán ambientes que integrarán conceptos de ciencia, tecnología, innovación y arte”.
A su turno, la secretaria de Educación de Piedecuesta, Adela Silva Ardila, explicó que si bien en ese municipio hay 11 estudiantes por cada computador, “hemos trabajado en los procesos de formación de los alumnos en el área tecnológica”.
Fue enfática en decir que, durante la pasada pandemia, varias iniciativas impactaron positivamente en las aulas, en donde los maestros orientaron con ejercicios pedagógicos a los estudiantes que no tienen acceso a internet.
Por su parte, el alcalde de Floridablanca, Miguel Ángel Moreno Suárez, aseguró que su administración ha garantizado 13.934 PC, distribuidos así: 207, de escritorio; 326 portátiles y 12.334 tabletas.
Para Yani Lizeth León, asesora del Centro de Investigación en Cultura y Sociedad de la UIS, “las estadísticas implican una evidente ampliación de brechas en materia de calidad educativa entre los municipios del área, especialmente entre Girón con el resto, pues la población estudiantil de allí, al no disponer de condiciones básicas como la conexión de internet y computador o tablet, queda aislada y en desventaja frente a otros estudiantes del mismo nivel escolar que sí cuentan con apoyos tecnológicos para lograr una mejor asimilación de los contenidos”.
“Se requiere una fuerte movilización de las administraciones, la comunidad educativa, la empresa privada y la sociedad civil para avanzar en la reducción de la brecha digital educativa y su impacto en la formación de la niñez y la juventud, en particular de Girón, donde se encuentran los mayores niveles de pobreza”.
VOCES DE EXPERTOS
De acuerdo con el programa Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos, BMCV, “uno de los retos de los alcaldes del área, -de los actuales y de los que asumirán estos cargos el próximo año-, consistirá en “analizar el desempeño y la calidad del sistema educativo de los cuatro municipios, considerando los recursos y las condiciones que caracterizan tanto al sector oficial como al no oficial”.
“Reconocer estas diferencias deberá ser un generador de políticas públicas acertadas para cada uno de estos contextos educativos”, señala el programa.
Por otra parte, según el experto en el área de la educación, Jhon Alfredo Monsalve, “es importante promover la implementación de acciones orientadas a impulsar procesos de transformación en las prácticas educativas. Estos procesos se deben adelantar mediante la innovación y con el uso de la tecnología. Eso es algo en lo que las autoridades del área metropolitana de Bucaramanga tienen muchos pendientes”.
En ese sentido, el experto reconoció “los esfuerzos que ha adelantado en los últimos años el programa ‘Computadores para Educar’, el cual ha ayudado con el mejoramiento de las herramientas tecnológicas para la formación de los estudiantes de los planteles públicos y, en cierta medida, ha impulsado procesos de transformación en las prácticas educativas”.
DEBATIBLE
Luisa María Abello, representante de las agendas digitales, cuestionó el hecho de relacionar la calidad de la educación con el acceso al internet.
“Dotar de internet a 5.000 establecimientos educativos del área metropolitana no representará forzosamente una mejora en la calidad de la formación”.
En sus palabras, “al parecer el servicio de conexión y de acceso a herramientas digitales, de manera desafortunada, no ha sido del todo acertado, entre otras cosas, porque no ha existido la capacitación previa a los maestros en la parte tecnológica”.
Añadió que “muchos docentes no dominan esta área y, en la mayoría de los casos tampoco disponen del tiempo preciso para formarse en las TIC, además de no contar con un internet adecuado que les permita llenar las matrices, las plataformas y demás canales virtuales”.