Colombia sigue dando pasos en materia de política de drogas y, por consiguiente, las industrias que de esta se pueden desprender. En ese sentido, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) autorizó el registro sanitario a cuatro productos alimenticios que tienen como base de preparación el cannabis para su fabricación y venta en el país.
Es así que alimentos como atún, pan, frutos secos y bebidas energizantes entraron en esta autorización con indicadores sobre el nivel de concentración que deben tener los alimentos que contienen los derivados del cannabis, tales como el Tetrahidrocannabinol (THC: la sustancia que provoca alteraciones mentales) y el Cannabidiol (CBD).
“Para este tipo de productos la concentración de cannabinoides permitida, en el caso de los productos que tengan THC, no podrá contener una cantidad igual o superior al límite de fiscalización señalado por el Ministerio de Salud que corresponde al 0.2%”, especificó la entidad.
De esta manera, la autoridad sanitaria de Colombia destacó que para conseguir la autorización de venta debe seguir los mismos pasos que los alimentos o bebidas convencionales, sin que se generen condiciones o requisitos adicionales para los ciudadanos.
Estas disposiciones se decretaron mediante la expedición de la Resolución 227 de 2022 del Ministerio de Salud, que reglamenta el decreto 811 de 2021, el cual permite el uso del cannabis y de la planta de cannabis en alimentos y bebidas alcohólicas.
Según datos del Invima consultados por EL COLOMBIANO, con corte a diciembre de 2022, hay 165 licencias de fabricación de derivados del cannabis en estudio para ser aprobada su comercialización en 42 ciudades distintas, entre las que se encuentran Medellín, Bogotá, Envigado, Villavicencio, Manizales, Sabaneta, Pereira, Armenia y Cartagena.
Así mismo, otras 83 se encuentran vigentes, provenientes de empresas con sede en 30 ciudades diferentes, entre las que se encuentran Barranquilla, Cali, Popayán, Neiva, Carmen de Viboral y Santa Marta.
¿Se abre un nuevo mercado?
Estas autorizaciones, que van en consonancia de dejar de ver a la mata de marihuana como sinónimo de criminalidad y empezar a verla como uno de salud e, incluso, de negocio rentable, debido a que el negocio de los alimentos y las bebidas con cannabis (el más popular es el conocido happy brownie) ha sido una artesanal y hasta clandestina. Pero ahora podría saltar a convertirse en una industria formal que deje grandes dividendos para quienes incursionen en él.
En diálogo con EL COLOMBIANO, Pedro Arenas, cofundador de la Corporación Viso Mutop (que promueve una reforma a la política de drogas), calificó estas autorizaciones del Invima como “un avance” que va en dirección a lo expresado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual “hizo una revisión crítica del cannabis sobre si esta planta debería continuar en la lista de sustancias clasificadas de la ONU, por eso señaló que el Cannabidiol (CBD) tiene propiedades medicinales y definió que no debe estar prohibido”.
Este anuncio se da dos meses después de conocerse que el Ministerio de Salud tenía listo una resolución que establece los criterios de financiación a cargo de la Unidad de Pago por Capitación para “las preparaciones magistrales a base de derivados de cannabis” para que estén en los planes de beneficio en salud del país.
“Actualmente circulan productos que tienen derivados del cannabis y hay gran variedad de productos, entre los que están productos terapéuticos con fines medicinales. Y ahora el Invima da este paso a la formalidad y abre la puerta a la competitividad a nivel interno”, agregó Arenas.
Si bien el cambio de enfoque de la planta de cannabis está avanzando en Colombia con su uso medicinal, y ahora con alimentos y bebidas, será un tema que siga dando de qué hablar en los próximos meses, pues en el Congreso de la República avanza un proyecto de ley para regular el consumo adulto de esta sustancia y, por otro lado, según contó Arenas, el Plan Nacional de Desarrollo “incluiría un artículo que busca darle facultades al presidente para que reglamente los usos medicinales, terapéuticos y científicos de las hojas de cannabis”.
