Desde muy temprano decenas de campesinos se tomaron las principales vías de Santander, impidiendo el paso hacia desde Bucaramanga hacia Bogotá y Norte de Santander, para pedirle al Gobierno Nacional revisar las delimitaciones de los páramos de Santubán y el Almorzadero.
Voceros de las protestas aseguran que estas se dan por las determinaciones gubernamentales sobre estas delimitaciones.
Sostienen que una de ellas es la del 20 de enero de 2018 cuando se delimitó la zona protegida del páramo del Almorzadero a los 2.800 metros y donde, según afirman, se les restringió seguir ejerciendo actividades agrícolas en zonas donde ancestralmente se llevaban a cabo.
Otro de los puntos es la promulgación de la Ley de Delitos Ambientales, a mediados de 2022.
“Algunos de estos artículos castigan la actividad agrícola en las zonas que ellos consideran protegidas, pero donde desde hace mucho tiempo hay siembras. Por ejemplo, si sembramos una mata de cebolla y ellos lo consideran delito ambiental tendremos que pagar millonarias multas que no podremos costear. El Gobierno dice que no nos va a desplazar o quitar nuestras tierras, pero a punta de sanciones económicas nos van a correr”, aseveró Julio Elías Vargas, uno de los voceros del paro.