El cariño que le tiene la afición de Atlético Bucaramanga a Carlos Mario Hoyos es algo que el estratega lleva en su corazón.
El técnico lideró al histórico equipo santandereano que se quedó con el subtítulo en el Torneo Adecuación de 1997 y eso es algo que nadie ha olvidado en esta tierra.
Este 14 de diciembre se conmemoran 25 años desde el día en el que Orlando Ballesteros y todos los guerreros que defendieron esa camiseta en aquella temporada llevaron al equipo por primera, y por ahora única vez, a una Copa Libertadores de América.
“Recuerdo muchas cosas. Tengo muy presente todos los instantes desde que llegué a Bucaramanga, cómo se fue generando y creando ese proyecto con don Alonso Lizarazo y Rodrigo Barbosa, y toda la gente del club. Encontramos los jugadores que queríamos para ese proyecto. Fue muy lindo todo”, aseguró Hoyos, quien se mostró bastante feliz por el recuerdo que dejó en la afición del equipo y por la hazaña conseguida en esa época.
Un gol inolvidable
En el año 2004, jugando para el Atlético Junior, Orlando Ballesteros le pidió a los medios de comunicación que no le dijeran más el ‘Fantasma’ debido a un tema religioso. Ante este pedido, muchos comenzaron a llamarlo el ‘Fantástico’.
Pero la realidad es que muchos lo recuerdan por su primer apodo, con el que brilló con la camiseta de Atlético Bucaramanga en donde marcó uno de los goles más importantes en la historia del equipo.
Ballesteros, a quien Carlos Mario Hoyos definió como un “delantero rápido, con mucha habilidad”, marcó el gol del empate (1-1) ante Deportes Quindío, exactamente hace 25 años, y le dio el tiquete a la final de la Liga colombiana en donde posteriormente el cuadro santandereano enfrentó y cayó ante el América de Cali.
Pero vamos a lo que ocurrió en el estadio Centenario de Armenia, en donde los pupilos de Hoyos, fieles a su estilo, lucharon con mucho corazón para avanzar a la final.
La jugada del tanto arrancó con Diego Pizarro, en el borde del área, quien asistió a Gustavo Restrepo, para un centro que llegó a la cabeza de Miguel Montañez, también recordado con cariño en la capital santandereana.
El remate de este último fue desviado por el arquero Darío Aguirre y allí apareció Ballesteros como un auténtico fantasma para decretar el 1-1, que desató la locura en Hoyos, en los demás jugadores y en toda la afición ‘Leoparda’.
“Fue una noche muy linda, extraordinaria. La previa fue muy bonita, con un estadio lleno, con mucha gente de Bucaramanga a la expectativa”, recordó Hoyos, quien destacó la “convicción” de sus pupilos en aquel diciembre.
La fiesta fue increíble en toda la ciudad, tanto que todavía se recuerda con demasiado cariño esa gran hazaña.
Además, tras ese logro, Hoyos se convirtió, según sus propias palabras, en una persona muy querida en la ciudad.
“A Bucaramanga la amo, me abrió las puertas y es mi segundo hogar. He ido varias veces, siempre lo he hecho con el corazón, buscando la forma de volver a tener un momento así, pero ha sido muy difícil”, finalizó ‘El Flaco’ Hoyos, quien espera ver algún día al equipo con una estrella en su camiseta.