Hackzon Enrique Echeverri Bustos no era ningún habitante de calle, era un hombre trabajador que se ganaba la vida vendiendo verduras en un Fruver . Según sus familiares, se caracterizaba por ser carismático, servicial y muy alegre, que no merecía morir de una forma tan vil.
Fue asesinado el pasado 29 de octubre en el barrio Buenos Aires de Morrorrrico, cuando Hackzon salió de su casa en busca de unos alimentos. Al parecer, llegó a una tienda del sector, donde el propietario con quien habría tenido algunas rencillas lo agredió verbalmente y luego le clavó un puñal en el corazón.
“El hombre lo agredió y luego el ayudante le pegó una patada y le pasó un chuchillo y lo atacó. Él quedó tendido ahí y buscaron a los hermanos para que lo auxiliaran”, comentó un allegado.
Los hechos se registraron en la carrera 63 con calle 15, a donde llegaron sus familiares y desesperados buscaron ayuda para trasladarlo hasta el Hospital Universitario de Santander (HUS) pero lamentablemente, era demasiado tarde, Hackzon falleció antes de ingresar. Su vida se ‘escapó’ a sus 40 años.
Según se pudo conocer, el presunto responsable se entregó de manera voluntaria, horas después; sin embargo, fue dejado en libertad, pero continúa vinculado con la investigación.
Queremos que se haga justicia y que la muerte de Hackzon no quede impune. Los dos sujetos que lo asesinaron deben pagar por lo que hicieron, porque no hay razones suficientes para acabar con la vida de una persona”, manifestó su familiar, quien aclaró que ningún momento hubo una riña como se había señalado inicialmente. “A él lo atacaron y él estaba indefenso”.
Agregó que en días pasados si se habían presentado problemas entre la víctima y el agresor, “pero que Hackzon no merecía morir de una manera tan infame, por eso queremos que los responsables paguen”.
Hackzon Enrique Echeverri además trabajaba como mototaxista y tenía dos hijos de 19 y 13 años, quienes aún no superan el dolor que les dejó la pérdida de su padre.
