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Las pruebas que incriminan al Coronel Núñez en el asesinato de tres jóvenes en Sucre

Un nuevo caso de falsos positivos enloda por estos días a la Policía Nacional, luego de que el coronel Benjamín Núñez fuera enviado a la cárcel, de manera preventiva, por el homicidio de tres jóvenes en el corregimiento de Chochó, Sucre.

El pasado 14 de septiembre un juez de control de garantías lo envió a la cárcel, pese a que Núñez no aceptó los cargos imputados por la Fiscalía, por lo delitos de homicidio agravado, privación ilegal de la libertad y ocultamiento, alteración o destrucción de elementos materiales probatorios.

“No acepto los cargos para poder tener acercamiento y posible negociación con la Fiscalía”, dijo Núñez en la audiencia en la que el ente acusador le comunicó la imputación de estos delitos, por lo hechos ocurridos el 25 de julio de 2022 en el departamento de Sucre.

Junto a Núñez, también fueron capturados otros diez integrantes de la fuerza pública, luego de adelantar más de 190 actividades de campo, criminalística y forense, en cumplimiento a más de 44 órdenes de policía judicial como inspección técnica a cadáver, entre otras.

También se adelantaron entrevistas, declaraciones juradas, reconocimientos fotográficos y de video, inspecciones en lugares de interés e incautación de armas. En total fueron analizados 34 videos de cámaras de seguridad, se adelantaron estudios a las camionetas incautadas, y recolección de más de 23 evidencias e inspección mediante luces forenses en los vehículos.

Durante la audiencia de imputación de cargos, la cual sufrió de tres aplazamientos a lo largo de la última semana, se conocieron los detalles de la investigación que adelantaron las autoridades, que incriminan directamente al alto oficial de la Policía, hoy separado de su cargo.

Cabe resaltar que el coronel Núñez salió del país el pasado 4 de agosto, según se conoció, con destino hacia Panamá y, posteriormente, a Ciudad de México, donde finalmente se presentó ante el consulado colombiano para responder por las acusaciones en su contra.

Las víctimas de este nuevo caso son Jesús David Díaz, de 20 años de edad; José Carlos Arévalo, de 21 años; y Carlos Alberto Ibáñez, de 26 años, quienes en un principio fueron presentados como integrantes del Clan del Golfo en respuesta al plan pistola que adelantaba la organización criminal.

Entre los primeros resultados que empezaron a desenmarañar este caso se encuentra la necropsia medicolegal practicada al cuerpo de las víctimas, donde se evidenciaron varias heridas por proyectil de arma de fuego en tórax y espalda, que fueron las que causaron su muerte instantánea

También se evidenció que los tres jóvenes fueron objeto de lesiones por trauma contundente en cabeza, cara, cuello, tórax, abdomen y miembros superiores, así como lesiones por trauma cortopunzante.

Estas lesiones, por sus características, llamaron la atención de los investigadores, ya que daban cuenta de violencia física ejercida con la finalidad de producir dolor. Además, demostraban que las víctimas se encontraban en un estado de indefensión.

El detonante, tal vez el más impactante, fue el hallazgo balístico que demostró la frialdad del atacante, puesto que los disparos con arma de fuego se habrían realizado a una distancia del cuerpo de los jóvenes de entre 30 a 60 centímetros.

¿Qué dicen los testigos?

Entre el material probatorio presentado por la Fiscalía se hallan varios testimonios de testigos, quienes relatan que pasadas las 5:00 de la tarde de aquel 25 de julio de 2022, varios jóvenes estaban practicando Stunt, un deporte que consiste en hacer acrobacias en motocicletas, cuando uno de ellos avisó de la presencia de la policía.

El testigo asegura que la caravana estaba conformada por cuatro camionetas, seis motorizados con acompañante, dos particulares en moto y dos camionetas particulares. Uno de los uniformados habría llegado haciendo disparos desde una de las motos y continuó indiscriminadamente al descender del vehículo, hiriendo a Jesús David Díaz en una rodilla.

En el acto también habría quedado herido en la pierna un señor de 60 años que se encontraba en ese momento en el lugar observando a los jóvenes. El testigo también narra que el integrante de la policía empezó a gritar: “malditos chochoanos, esta vez sí me las pagan”. Cuando el hombre intentó ayudar a Díaz, el uniformado le dijo que “se largara o también lo prendía”.

Otro testigo, que en el momento de los hechos se encontraba cerrando la puerta de una finca, asegura que observó a una mujer llorando con dos jóvenes en el suelo, acompañada de un policía. Le dijeron que se fuera y empezaron a disparar para que la gente se alejara. Luego llegaron varias patrullas y subieron a los muchachos a la parta de atrás de una de ellas.

La Fiscalía también presentó el relato de otra persona, quien se encontraba sentada a las 5:30 de la tarde en la carretera que conduce de Chochó a Corozal, cuando vio pasar una camioneta de la policía que llevaba dos muchachos con manchas de sangre en la cara y con las manos amarradas, sentados en el platón acompañados de tres policías.

Según relata el testigo, los muchachos iban sangrando en la cara y con las manos amarradas, atrás venia una moto con acompañante y luego otra camioneta con varias motos en el platón y aproximadamente 15 policías en moto, que iban custodiando las camionetas.

La prueba contundente

Según el juez de control de garantías, aunque los relatos anteriores no tenían la fortaleza en sí mismos para demostrar un culpable del asesinato, la Fiscalía entregó el testimonio de dos policías, quienes aseguraron que había sido el coronel Núñez el perpetrador del ataque a los jóvenes.

Según uno de los uniformados, el alto oficial disparó a quemarropa a un joven con su arma de dotación y luego a los otros dos que estaban del lado del platón. Relata que les dijo que se acostaran y les disparó en siete oportunidades cuando la camioneta esta en movimiento.

Otro patrullero que iba en la camioneta manifiesta también que el coronel Núñez fue quien realizó los disparos, causándole la muerte a los jóvenes.

También se presentó el testimonio de Luis, una persona que trabaja en latonería y pintura, quien cuenta que un policía lo buscó, con la finalidad de tapar cinco orificios que tenía una camioneta: le dijo que le colocara tornillos, masilla y pintura, a lo cual él accedió.

Por ello, existe un informe de investigador de campo sobre el arma incriminada, en la base de datos registra ser suministrada a nombre del coronel implicado. Asimismo, al registrar la camioneta se hallan cuatro orificios en el platón, igual que sustancias de color rojizo.

Según varios testimonios de hombres que estuvieron bajo el mando del coronel, Núñez habría hecho exigencias para modificar el informe sobre la captura y demás documentos, para evitar ser señalados por el homicidio de los jóvenes, así como la modificación que se realizó a la camioneta.

¿Qué dice la defensa?

El abogado defensor del Coronel Núñez explicó, en cartas enviadas a la Policía Nacional y a la Unidad de Protección, que la salida del país se debió a las múltiples amenazas e intimidaciones de las que habría sido víctima, la cuales provenían de bandas criminales que operan en el departamento.

Asegura que, por sus excelentes labores en el departamento, logrando disminuir las tasas de criminalidad en la zona, fue blanco de ataques criminales y estigmatizaciones, por lo que se vio obligado a enviar a su familia a Bogotá con todas las medidas de protección.

La defensa asegura que el coronel Núñez solo se presentó hasta media hora después de la retención de las personas por lo cual no aplica la privación ilegal de la libertad. Sin embargo, el juez consideró que cuando se detiene a un ciudadano, se informa el porqué del procedimiento y se dejan las constancias u orden previa, algo que en este caso de los jóvenes fallecidos no ocurrió.

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