Mientras conducía en aparente exceso de velocidad, un joven mensajero, a bordo de su motocicleta, cayó desde el puente de Provenza hasta la Autopista Bucaramanga – Floridablanca. El fuerte golpe le quitó la vida en la madrugada del pasado 29 de agosto.
Él es la víctima fatal más reciente que deja el irrespeto frente a los límites de velocidad en las vías de la capital santandereana, de acuerdo con la hipótesis preliminar entregada por las autoridades.
El exceso de velocidad es la tercera causa más común de accidentes de tránsito en Bucaramanga, después de ‘desobedecer señales’ y de ‘no mantener la distancia de seguridad’, se consigna en las estadísticas oficiales.
En estos momentos el Gobierno Local impulsa un proyecto que busca determinar la viabilidad para la construcción de 30 nuevos reductores de velocidad, en tramos críticos y en donde existen frecuentes conflictos entre peatones y conductores.
Entre enero y junio de 2022 se reportaron 61 siniestros viales en diversos corredores de la capital santandereana, debido a conductores que infringieron los límites de velocidad establecidos.
Hablamos de una imprudencia que en muchas ocasiones se comete en zonas residenciales o en sectores en donde existe alta concurrencia de peatones, como en las afueras de centros médicos e instituciones educativas.
Es pertinente precisar que “la velocidad en zonas escolares y residenciales será hasta de 30 kilómetros por hora”, según lo establecido en el Código Nacional de Tránsito.
Se gestionan nuevos reductores
Expertos y autoridades como la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Ansv, insisten en que el control de la velocidad es determinante para “salvar vidas”.
A modo de comparación, “la energía liberada en un siniestro vial cuando no se lleva puesto el cinturón de seguridad puede ser comparada con la caída de un edificio. Por ejemplo, un choque a 50 km/h es comparable con una caída desde un cuarto piso, y una colisión a 90 km/h equivale a una caída desde un onceavo piso”, según la Ansv.
Con el fin de garantizar el cumplimiento de los 30 km/h, en zonas residenciales y escolares de Bucaramanga se adelantan estudios de ingeniería de tránsito para la instalación de reductores de dos tipos: parabólicos y pompeyanos.
Iván Rodríguez, jefe de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, informó a Vanguardia que dicha evaluación se efectúa “en las 17 comunas del municipio”.
El funcionario indicó que se priorizaron cuatro áreas de la ciudad: Cabecera, Ciudadela Real de Minas, Mutis y San Alonso.
En Cabecera, por ejemplo, se pretende intervenir la carrera 40 entre calles 45 y 46, en donde se localiza un jardín infantil y una zona residencial.
Otro punto que se priorizó en este proyecto es la carrera 32 entre calles 98 y 99. Allí opera el Centro de Salud La Libertad.
“El objetivo principal es mejorar la movilidad a través de la implementación de medidas de tráfico calmado, de las cuales hacen parte los reductores de velocidad, tal y como se estableció en el Manual de Señalización Vial de Colombia”, explicó Rodríguez.
Tan pronto culmine el estudio de viabilidad, se entregarán instrucciones y recomendaciones al Municipio para iniciar la ejecución de las obras y adecuaciones respectivas.
“Tránsito realiza los estudios de factibilidad, de los cuales se da traslado mediante resolución a la Secretaría de Infraestructura, que procede a ejecutar dichas obras tomando como base el presupuesto participativo de cada comuna”, indicó el Director de Tránsito Local.
Invertidos cerca de $457 millones
En el actual periodo de gobierno se han intervenido en total 26 barrios con reductores de velocidad, precisó la Alcaldía de Bucaramanga.
Entre 2021 y 2022 se invirtieron cerca de $457 millones en esta iniciativa de seguridad vial.
La Feria, Santander, La Juventud, Miramar, La Victoria, Gómez Niño, Ciudadela Real de Minas, Terrazas, La Floresta, Pablo VI, Provenza, Diamante II, San Luis, Lagos del Cacique, Monterredondo, Héroes, Mutis, Prados del Mutis, Estoraques, Ciudad Bolívar, Balconcitos, San Cristóbal, Regaderos, La Libertad, San Martín y Asturias fueron los sectores beneficiados.
Es preciso mencionar que algunos de estos reductores se instalaron luego de solicitudes realizadas por la comunidad. En ciertos casos los ciudadanos incluso acudieron a la justicia.
Tal y como sucedió en el barrio La Victoria. Luego de una acción popular que se interpuso en contra del Municipio, las autoridades construyeron un reductor de velocidad sobre la calle 67 con carrera 21.
“La probabilidad de que un peatón sobreviva ante un siniestro con un vehículo a 50 km/h es de aproximadamente el 30%, mientras que a 30 km/h es de aproximadamente el 85%”, advierte la Ansv.
En vías urbanas y en carreteras municipales el conductor “en ningún caso podrá sobrepasar los 80 kilómetros por hora”, precisó el Código Nacional de Tránsito.
Instalarán semáforos en siete cruces
En estos momentos la Dirección de Tránsito de Bucaramanga invierte cerca de $1.782 millones en la adquisición, adecuación e instalación de nuevos semáforos en siete intersecciones, en donde actualmente el flujo vehicular se regula mediante señales de Pare.
Son alrededor de 30 semáforos los que se instalarán en tramos críticos de la capital santandereana, como el caso de los denominados ‘cruces de la muerte’.
Según las autoridades, las siete intersecciones que se esperan intervenir en el presente semestre son:
1. Carrera 24 con calle 33.
2. Carrera 24 con calle 34.
3. Carrera 24 con calle 35.
4. Carrera 28 con calle 41.
5. Carrera 28 con calle 42.
6. Carrera 22 con calle 55.
7. Avenida Quebradaseca con carrera 24.
