El alto flujo de habitantes de calle que deambula por la zona céntrica de la ciudad en búsqueda de una ‘bicha’ de droga y un rincón donde protegerse de la maldad que acecha en las calles, se convirtió en una oportunidad de negocio para los delincuentes.
Dos establecimientos comerciales ubicados en el barrio Alarcón y la Avenida Quebradaseca, en Bucaramanga, que usaban la fachada de residencias, abrían sus puertas a los adictos ofreciéndoles un costo adicional por alquilar habitaciones exclusivamente para el consumo de vicio.
Estos lugares también eran punto de expendio, principalmente de un derivado de la cocaína: el bazuco.
Desde hace dos años la Sijin de la Policía Metropolitana de Bucaramanga realizó una sigilosa investigación para poder derribar la fachada de estos negocios, aparentemente legales.
‘Los de la 30’ y ‘Yazuka’, eran las dos organizaciones criminales que dirigían el turbio negocio que funcionaba al interior de las residencias.
Investigadores infiltrados y labores de vigilancia demostraron la actividad ilegal que se desarrollaba en estos dos inmuebles.
Como resultado, se realizó la materialización de medidas cautelares de embargo, secuestro y suspensión del poder dispositivo de dos de dichos establecimientos, los cuales fueron avaluados en 1.030 millones de pesos; estas propiedades fueron entregadas a la Sociedad de Activos Especiales (SAE), que será la encargada de administrarlos hasta que se surta una decisión por parte de un Juez de la República. Les ‘tumbaron las ollas’.