Al Congreso ya llegó el proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) 2023. Será el primero que ejecutará de lleno el gobierno liderado por Gustavo Petro y contempla un monto de $391,4 billones, 11,1% superior al de $352,4 billones del año en curso.
Aunque falta que surta su trámite en el Legislativo, un punto que llama la atención es que el presupuesto de inversión para el próximo año se reduciría 9,8%, pues se contempla que pase de $69,2 billones a $62,7 billones.
Los $6,8 billones menos no pasaron desapercibidos por el equipo del presidente electo. “(…) No podemos dejar a los más pobres sin Ingreso Solidario. ¿Hora de tocar el presupuesto de Defensa teniendo en cuenta que acordaremos ceses bilaterales al fuego?”, dijo el senador del Pacto Histórico, Gustavo Bolívar, sobre la reducción de los recursos para inversión.
Según él, en resumidas cuentas el PGN 2023 aumentaría “prácticamente” lo mismo que ha subido la inflación y los $391,4 billones “hay que incrementarlos a, por lo menos, $410 billones”.
¿Es lo normal?
A Luis Fernando Ramírez, investigador económico de la Universidad Sergio Arboleda, le parece normal que se plantee reducir los recursos para inversión. Recuerda que esto se da porque la base comparativa, es decir los $69,2 billones para ese fin de este año, es particularmente alta en tanto se necesitaba apalancar la reactivación económica.
“En 2022, por primera vez, la inversión tuvo tanto peso dentro del presupuesto, 20%, casi $70 billones; normalmente ese rubro se ha movido entre el 12% y el 16% del total, que es lo que volveremos a ver en 2023”, detalla Ramírez.
Sumado a esto, el Gobierno saliente contempla que el PGN propuesto garantice que el país alcance nuevamente un superávit fiscal primario de 0,1% del PIB en 2023, algo que no sucede desde 2019. Para esto necesita maniobrar con los diferentes rubros y el que más permite hacerlo es el de inversión.
El balance primario sale de la comparación entre los dos principales ramos del PGN: ingresos corrientes (tributación) y gasto de funcionamiento. Siempre se espera que el primero sea levemente superior al segundo, para así tener un excedente con fines de inversión o ahorro.
¿Y los programas sociales?
Si bien estaría dentro de lo normal la reducción de la plata para inversión, no deja de llamar la atención que serían menos recursos para un gobierno que tendrá una ambiciosa propuesta de programas sociales.
Al respecto, el profesor Ramírez comenta que si se mira el plan de Petro los fines sociales no entrarían a ser inversión sino gastos de funcionamiento, en la medida que el presidente electo tendrá una apuesta por la asistencia económica.
De hecho, habrá que ver lo que hará el gobierno entrante con programas vigentes como Ingreso Solidario y el Paef (apoyo al empleo formal), pues el PGN 2023 deja claro que solo irán hasta diciembre y de ahí en adelante el próximo mandatario debe evaluar su permanencia, con todo lo que implica económicamente.
Los otros dos ítems del PGN de 2023, funcionamiento y deuda, tendrán asignaciones de $250,6 billones y $77,9 billones, respectivamente; en inversión, el líder es inclusión social y reconciliación.