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Los desertores de la ‘matrícula cero’ en Bucaramanga

Antes que el pago de las matrículas, los mayores costos para los estudiantes de las universidades públicas son la manutención, el alojamiento y el transporte.

El joven José Manuel Sierra Calderón se inscribió a comienzos de este año para cursar el programa de Mercadeo en las Unidades Tecnológicas de Santander, UTS, bajo la modalidad de matrícula cero. Es decir, él fue uno de los 21 mil beneficiarios de la denominada política de gratuidad, la cual les permite a jóvenes como José Manuel, que están adscritos a los estratos 1, 2 y 3, estudiar en una institución de educación superior (IES) pública, con convenio con el Ministerio de Educación, sin tener que pagar un solo peso por el costo semestral.

Si bien el desempeño académico del mencionado estudiante fue óptimo, a mitad de semestre él se vio en la imperiosa necesidad de cancelar sus estudios por una razón económica: “Me tocó salir a rebuscarme un trabajo, manejando un taxi, para poder llevar el sustento a mi hogar. Así las cosas, su estudio pasó a segundo plano”.

Él no fue el único que tomó esta decisión. Durante este semestre académico, que terminó hace unos días, otros 710 estudiantes que se beneficiaron con este programa de gratuidad en las UTS también cancelaron materias. De manera paralela, otros 680 alumnos de esa institución, de manera literal, perdieron ese beneficio al quedar PFI; es decir, su bajo nivel académico los dejó Por Fuera de la Institución.

Es términos porcentuales, al final el 6,61% de los estudiantes que se ganaron ese beneficio en las UTS no pudieron aprovechar tal subsidio.

El panorama en la Universidad Industrial de Santander, UIS, es algo similar. En el semestre 2021-II, que oficialmente ya concluyó, se fueron 749 estudiantes que accedieron a la matrícula cero, lo que representó el 5,14% de los estudiantes matriculados durante ese semestre. De esa cantidad, 740 alumnos lo hicieron de manera voluntaria y los restantes nueve quedaron PFI.

Según reportó ese centro de educación superior, como dato complementario, en la UIS hoy hay 272 cupos que no han sido aprovechados.

Razones de ‘pe$o’

Si bien la matrícula cero exime a los jóvenes de estratos bajos del pago del semestre, la principal causa de la deserción estudiantil radica en que muchos de estos jóvenes se ven obligados a mantener sus hogares y, obviamente, muchos de ellos tienen que buscar empleo.

“Los mayores costos para los estudiantes de las universidades públicas son la manutención y el transporte, antes que la misma matrícula. Así las cosas, de nada sirve poder estudiar si no se tiene ni para tomar el bus”, señaló Mayelid González, experta en temas de educación.

A su juicio, “las instituciones públicas más grandes están ubicadas en las ciudades principales, en este caso Bucaramanga. Hasta aquí llegan muchos jóvenes procedentes de los municipios periféricos que -sin contar con los gastos académicos propiamente dichos- deben costearse un alojamiento, su alimentación y la movilización”.

“Para financiar estos gastos existen las siguientes alternativas: trabajar y estudiar simultáneamente; recibir un apoyo familiar e incluso pedir un crédito de mediano plazo al Icetex, lo que usualmente se traduce en un esfuerzo mayúsculo que no les permite a ellos rendir bien en la academia”, aseveró.

Desde luego, según afirmó la experta, “hay otras causas de deserción como el bajo rendimiento académico, la insatisfacción con la carrera elegida o la oportunidad de vincularse a alguna actividad laboral que represente ingresos”.

Además, según ella, “en tiempos de crisis, las familias de los alumnos de estratos bajos que pierden sus empleos no pueden sufragar los altos costos de estudiar en vez de trabajar, especialmente si esa educación no les garantiza un mejor futuro económico. Eso ocurrió durante la pandemia, muchos se vieron obligados a dejar de ir a las aulas para sobrellevar la crisis de la emergencia sanitaria”.

“Suena duro decirlo hoy día, pero es claro que para muchos de los estudiantes es más importante conseguir empleo que proseguir con sus estudios”, añadió.

Amplían plazo

A propósito de la matrícula cero, hasta el 1 de julio se fijó el plazo de recaudo para inscribirse a cualquier programa de pregrado presencial para el segundo semestre de 2022 en la Universidad Industrial de Santander, UIS.

Por su parte, el miércoles 6 de julio será el último día para hacer el registro web y así entrar al proceso de admisión en busca de hacer realidad el sueño de estudiar en la UIS.

LO QUE SE ESTÁ HACIENDO EN LAS UTS


Omar Lengerke, rector de las UTS, dijo que la institución que él comanda requiere de mínimo 2 mil cupos más para garantizarles la matrícula cero a más jóvenes.


Según informó, las UTS trabajan con el modelo Cégeps para establecer estrategias que permitan promover, entre los estudiantes, prácticas de aprendizaje entorno al éxito y espantar el ‘fantasma’ de la deserción.


Según explicó, “los Cégeps son establecimientos públicos de enseñanza del primer nivel de educación superior de Canadá, que lideran estrategias de empleabilidad e inserción laboral para los graduados uteístas”.


“Con esta alianza buscamos acciones que garanticen una formación integral, para infundir en los alumnos la cultura y el hábito de estudio, y en ese sentido es fundamental brindar al estudiante un acompañamiento académico”, agregó.


“Por medio de este trabajo, que comenzó desde 2019, miles de jóvenes de la institución reciben servicios que han asegurado su permanencia y graduación, gracias a las acciones articuladas y sinérgicas de las dependencias académicas y administrativas, como Bienestar y la Oficina de Desarrollo Académico”.

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