“Deténgase. La mano en la nuca”, le gritaron unos agentes de la Sijin de la Policía a Andrés Felipe Bohórquez Mayorga cuando caminaba por las calles del municipio de Zipaquirá, Cundinamarca.
El joven de 25 años sabía bien por qué lo detenían, llevaba nueve meses huyendo de la justicia.
Sus manos se mancharon de sangre el pasado 14 de agosto cuando asesinó a Duván Sneider Valbuena Amorocho, de 25 años, conocido como ‘Bucarico’.
El crimen ocurrió en medio de una violenta riña que se suscitó cerca a la plaza de mercado del barrio Villaluz de Floridablanca.
‘Bucarico’ tenía familia y un hogar, pero deambulaba a diario por las calles. El vicio y las malas compañías lo llevaron a la ‘perdición’.
En esa selva urbana cualquier rencilla puede terminar violenta y así le ocurrió a ‘Bucarico’.
Ese día, en horas de la noche, ‘Bucarico’ y Andrés Bohórquez se enfrascaron en unos lances mortales a cuchillo.
‘Bucarico’ llevó todas las de perder, su contrincante fue más veloz y le clavó el filo en el pecho antes de que pudiera reaccionar.
Esa ‘cortada’ bastó para que su corazón dejara de latir.
La justicia lo alcanzó
Después de su cometido Andrés Felipe se esfumó sin dejar rastro, los habitantes de Villaluz señalaron en ese entonces, que tanto él como ‘Bucarico’ frecuentaban el sector, cerca a la plaza de mercado.
Huyó a otro departamento, creyendo que podía burlar a la justicia, pero en sigilo, los agentes de la Sijin recopilaron el material probatorio y lograron dar con su paradero.
“En este momento le notifico que usted tiene orden de captura por homicidio emitida expedida por el Juzgado Sexto Penal de Garantías de Floridablanca”, le dijo una agente de la Sijin de la Policía Metropolitana de Bucaramanga. En ese momento quizá Andrés Felipe solo pensó en la razón: ‘Bucarico’.