De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad de Vida para 2021, realizada por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, y cuyos resultados fueron presentados la semana pasada, el 61,8% de las personas de dos años y más en Colombia consume bebidas azucaradas. En Santander, lo hace el 53,6% de la gente.
San Andrés con 88,7% y Atlántico con 79% son las regiones del país con el consumo más elevado; en contraste, Vichada con 29,1% y Cauca con 52,5% registran el indicador más bajo.
En el territorio santandereano, la mayor frecuencia del consumo entre quienes aceptaron tomarlas es de dos a tres veces por semana, tal y como pasa en el resto del país.
Por grupo etario, se pudo establecer que en un 25,2% este comportamiento lo tienen los niños entre 2 y 5 años, en un 27,1% los de 6 a 11 años, en un 35,4% los de 12 a 17 años, en un 37,6% los de 18 a 28 años y en un 29,1% los mayores de 29 años.
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Llama la atención la alta prevalencia que tienen las personas entre 6 y 11 años que afirmaron tomar bebidas azucaradas de cuatro a seis veces la semana en el departamento.
Para Angélica María Claro, asesora de la Red Papaz para la promoción de la alimentación saludable, este tipo de preguntas en una encuesta como la que hace el Dane es de gran relevancia porque para “Colombia es muy importante disminuir la mortalidad y la enfermedad asociada a las enfermedades no transmisibles. De hecho, en un momento fue la megameta en salud, el reducir en un 8% la mortalidad evitable por causa de enfermedades no transmisibles, en el grupo poblacional de 30 a 70 años de edad”.
Claro recordó que “en 2016 se publicó un boletín electrónico donde salen los impuestos saludables a las bebidas azucaradas y en ese documento una de las cosas que se dice es que alrededor de 3.200 personas en 2015 murieron de diabetes, enfermedad cardiovascular o algún tipo de cáncer atribuible al consumo de bebidas azucaradas. Así que teniendo en cuenta lo importante que es controlar el consumo de este tipo de bebidas, da mucho sentido que se haga seguimiento a este indicador”.
En ese boletín, el Ministerio de Salud y Protección Social, señaló que el consumo en exceso de bebidas azucaradas se relaciona con una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades no transmisibles como la diabetes, cáncer de endometrio, de ovarios, de mama y de próstata, así como accidentes cardiovasculares, entre otros.
El panorama es alarmante
Para la asesora de Red Papaz, las cifras que el Dane identifica son preocupantes. “El reporte habla de que el 57,1% de las niñas y niños entre 2 y 5 años consumen bebidas azucaradas, pero es más preocupante aún la frecuencia con la cual lo hacen. El 7,7% las consume todos los días de la semana dos o más veces al día y el 9% lo hace todos los días de la semana una vez al día, por lo tanto no estamos hablando de un consumo ocasional, sino de una práctica que se ha instaurado dentro de su alimentación”, aseveró.
Para ella, las alarmas se encienden cuando se leen las cifras de las personas de entre 12 y 17 años que, a propósito, es el grupo con el mayor porcentaje en cuanto a bebidas azucaradas. El 78,1% de los adolescentes en el país y el 69,5% en Santander reportan consumo de bebidas azucaradas. El 8,6% y el 3,5%, respectivamente, lo hace todos los días de la semana dos o más veces al día.
“Si miramos las guías alimentarias para población colombiana mayor de dos años, la recomendación que tenemos es reducir el consumo de productos de paquetes, de comidas rápidas y bebidas azucaradas. Lo que esta encuesta está mostrando es que estamos lejos de cumplir con estas recomendaciones y de realmente hablar de una protección del derecho a la alimentación y nutrición adecuadas”, anotó.
¿Qué se está haciendo?
Para Red Papaz es claro que hay que reducir y desestimular el consumo de bebidas azucaradas y productos ultraprocesados, por eso se han realizado estrategias pedagógicas con el fin de ayudar a familias y comunidades escolares a adoptar medidas que protejan el derecho a la salud y a la alimentación saludable en niñas, niños y adolescentes.
Pero, “también entendimos que si queríamos cambios tan urgentes, se deben adoptar las medidas más costo-efectivas; es decir, no podemos seguir solo con iniciativas pedagógicas e informativas y pretender que esto cambie, cuando nuestro entorno nos sigue impulsando a consumir productos ultraprocesados y nos los siguen vendiendo como si fueran buenos. Ahí es cuando Red Papaz decide apoyar todas las iniciativas para incidir que se implementen en el país las políticas que pueden hacer la diferencia”.
Lo anterior hace referencia al etiquetado frontal de advertencia en los productos comestibles ultrapocesados, la restricción de la publicidad que se hace contra niñas, niños y adolescentes, los impuestos a las bebidas endulzadas y los entornos escolares alimentarios saludables.
Recomendaciones
Angélica María Claro, asesora de Red Papaz para la promoción de la alimentación saludable, sugiere consumir mucha agua y estar muy atentos a “las mentiras con las cuales nos venden esos productos bebibles, ultraprocesados, que nos hacen creer que porque tienen no azucares añadidos, sino otro tipo de edulcorantes son mejores o que no hacen creer que tienen frutas son iguales a comerse la fruta, por que les agregan vitaminas quieren hacerlos parecer que son nutritivos, cuando en realidad no lo son”.
Por lo anterior, considera que es importante que en Colombia se exija un etiquetado frontal de advertencia para reconocer aquellos productos con excesos de azúcares y de sodio.
Asimismo, sugiere que en los entornos escolares se saquen las bebidas azucaradas y endulzadas. “Ese no es su lugar”.