Ucrania ha responsabilizado del ataque a Rusia, pero los rusos han negado cualquier tipo de implicación en el ataque porque, han dicho, «no tenían misiones de fuego planificadas en Kramatorsk» este 8 de abril.
Entre los heridos hay un «número significativo» de casos graves, prosigue el mensaje, en que acusa a «los fascistas rusos» de haber dirigido su ataque con misiles «Tochka-U» sobre esta estación, donde miles de civiles esperaban ser evacuados hacia zonas seguras.
«Este es un golpe deliberado a la infraestructura de pasajeros del ferrocarril y los residentes de Kramatorsk», localidad situada al norte de la región ucraniana de Donetsk, comunicaron los ferrocarriles ucranianos en Facebook.
La empresa ferroviaria publicó además una fotografía en la que se puede ver un cuerpo tendido en el suelo cerca de varios automóviles siniestrados en lo que parece ser un aparcamiento, con bolsas y equipaje esparcidos por la calzada.
El jefe de la administración militar regional de Donetsk, Pavlo Kirilenko, declaró en su cuenta de Telegram: «Los fascistas rusos atacaron la estación de tren de Kramatorsk con un Iskander. Policías y guardias sobre el terreno informan de decenas de muertos y heridos».
Kirilenko añade que «miles de personas se encontraban en la estación en el momento del ataque con misiles, mientras los residentes de Donetsk eran evacuados a las regiones más seguras de Ucrania».
La compañía pública de ferrocarriles ucranianos, «Ukrzaliznytsia», fue creada en 1991 y gestiona las redes de Donetsk, Leópolis, Odesa, Pivdenna, Pivdenno-Zakhidna y Pridniprovska, según su página oficial, en la que afirma que cuenta con un total de 22.000 kilómetros de vías.