A Miguel Ángel Lora Ariza, le ‘cargaban’ un odio tan atroz que sus verdugos no tuvieron clemencia de arrebatarle la vida a tiros frente a los ojos de Ligia Ariza Tellez, su mamá.
A las 8:00 de la noche del lunes, cuando salió de su casa, en el barrio 12 de octubre, para ir a ayudarle a su mamá en el puesto de comida, los sicarios ya lo estaban esperando.
Miguel no caminó mucho, el puesto quedaba pasando la calle.
Los matones estaban al acecho, a bordo de una moto FZ color negro. Cuando lo vieron, uno de ellos, se bajó y cruzó la calle también. El otro sujeto se quedó esperándolo.
En cuestión de segundos se desató el horror y no hubo tiempo de reaccionar. El asesino le disparó a Miguel a quemarropa. Jaló varias veces el gatillo hasta que las balas lo hicieron desplomarse en el piso.
Aún viéndolo en el piso, seguía disparándole a sangre fría, de manera indolente, sin importarle que la mamá estaba justo a su lado viendo cómo le masacraban a su muchacho.
“Traté de empujarlo porque estaba cerca, el arma era pequeña y hasta intentó dispararme pero ya no tenía más tiros”, fue el crudo relato de la progenitora.
El asesino corrió hasta donde estaba su cómplice y aceleraron a toda máquina por la carrera 9.
Doña Ligia gritaba por ayuda a sus vecinos hasta que algunos levantaron a Miguel y lo llevaron al Hospital Universitario de Santander.
Sufrió seis impactos. Las heridas no le dieron oportunidad ni de llegar vivo al centro hospitalario. Cuando lo ingresaron ya no tenía signos vitales.
¿Pero por qué razón lo mataron?
De acuerdo con las versiones entregadas a las autoridades, lo tendrían ‘sentenciado’ por líos pasionales. Un tipo le buscaba problemas a Ángel, reclamándole por meterse con la mujer que era su ex pareja.
Miguel Ángel le aseguraba que no era cierto, incluso tuvieron una riña hace poco que terminó a cuchillo-según versiones-. Sin embargo, aún no es confirmada esta hipótesis sobre los móviles del homicidio.
Los videos de las cámaras de seguridad del sector serían claves para identificar a los sicarios y esclarecer el crimen. Igual, jamás volverá al lado de su mamá.
