Un proyecto que avanza en el Laboratorio Químico de Consultas Industriales de la Universidad Industrial de Santander busca que los industriales del calzado de Santander puedan realizar pruebas de metales pesados en los materiales que se usan para la fabricación de los zapatos, requisito indispensable para que las exportaciones de este producto ingresen y sean aceptadas en varios países.
Al respecto, la directora del laboratorio LQCI, Yolanda Vargas, manifestó que se están desarrollando las pruebas de “cuantificación de plomo total en materias primas, accesorios, textiles y demás insumos requeridos en la fabricación de calzado para importación y exportación”.
Vargas explicó que los países de la Unión Europea tienen una normatividad exigente en este tema, ya que se trata de productos muy sensibles para el consumidor, especialmente en el segmento infantil, porque pueden contener sustancias nocivas, en este caso el plomo.
Estos diagnósticos actualmente se llevan a cabo en Guatemala y Estados Unidos, lo que acrecienta el costo para los productores locales.
En tal sentido, la Asociación de Industriales del Cuero y el Calzado de Santander, Asoinducals, vinculó a la institución a la Feria Internacional del Cuero, Calzado y Manufactura, que tendrá lugar en Neomundo los días 22, 23, 24 y 25 de febrero, para que los empresarios conozcan los procesos adelantados en la UIS.
Así las cosas, de obtener la licencia para la cuantificación del plomo, los más beneficiados serían los fabricantes tanto en costos como en tiempo para la agilización de sus exportaciones, porque ya no tendrían que enviar las muestras a los laboratorios internacionales.
La ventaja para la institución es que el proyecto fue elegido en la convocatoria 888 de Minciencias y de acreditarse estos análisis ante el Organismo Nacional de Acreditación de Colombia sería el único en Suramérica en contar con estos controles acreditados con capacidad para certificar a los empresarios del calzado de Santander y el resto del país.
Según la profesora Vargas Fiallo, las pruebas se realizan “desmembrando la pieza de calzado, es decir, coger parte por parte y en cada una de ellas se le va a determinar el contenido de plomo para saber dónde está esa concentración que pueda sobrepasar los niveles que dicta la norma”. Estos niveles deben estar por debajo de 100 miligramos por kilogramo.
La directora del laboratorio expresó que el proyecto fue titulado como “Validación e implementación de la metodología para la determinación de plomo total en textiles, calzado, materias primas y accesorios por Espectrofotometría de Absorción Atómica (AA-HG) como control de calidad en productos tipo exportación e importación”.
Para Raúl Julián Serrano, empresario del calzado infantil en Bucaramanga, el hecho de realizar el diagnóstico en la universidad “aumenta la competitividad de la región porque vamos a tener, ‘a la vuelta de la esquina’, dónde poder hacer las pruebas de plomo y de talatos que exige la FDA”.
Serrano agregó que “esto no sólo beneficia al sector calzado, beneficia a los que fabrican prendas de vestir, a los que elaboran juguetes, al sector de talabartería, bolsos, accesorios y todo lo relacionado con cueros y textiles. Asimismo se cobijarán otros productos dirigidos a la población entre cero y 12 años”.
El empresario del calzado aseveró que “estas pruebas en el mercado internacional son costosas y hace cerca de dos años oscilaban en cerca de 60 dólares por prenda o elemento que se analizaba. A esto se le suma la tardanza en los tiempos y que su precio se disparó”.
Según el gremio del calzado, por esta barrera comercial de las pruebas, muchos empresarios dejaron de exportar al no tener capacidad de pago para los análisis, por lo que de generarse la certificación por parte de la UIS, estos podrían volver a enviar productos a mercados fuertes como los de Europa y Estados Unidos.
Se espera que en octubre el laboratorio pueda recibir aval para operar.
