“Me están persiguiendo, me van a matar”, eran los gritos desesperados que se escuchaban el miércoles, hacia las 10:30 de la mañana por el barrio Luz de Salvación de Bucaramanga.
Despavoridos, varios habitantes se asomaron a ver qué ocurría, por qué semejantes alaridos. Se trataba de un joven que corría por los tejados de varias casas. Pero lo peor sobrevendría casi de inmediato.
Aunque vociferaba que lo perseguían, quedaron aún más sorprendidos porque nadie iba detrás. No llevaba camisa, solo vestía una pantaloneta y unos tenis. Se veía confundido, desorientado.
Algunos vecinos grabaron cuando saltó de un muro y corrió por un tejado. Sin saberlo registraron tremenda tragedia.
Un paso en ‘falso’ hizo caer a aquel hombre del segundo piso de una vivienda en construcción donde funciona un taller de carpintería.
Por el ruido que escucharon presintieron lo peor. Y así fue, cayó sobre cuatro varillas que estaban expuestas justo debajo de aquella teja.
Varias personas corrieron a ver si estaba herido, pero la escena fue sádica. No había nada que hacer.
El joven quedó bocabajo con las varillas incrustadas en su pecho. Le causaron la muerte de manera instantánea.
Horrorizados dieron aviso a las autoridades de inmediato.
No es del barrio
Los habitantes de Luz de Salvación pensaron que se trataba de algún ladrón, pero nadie lo conocía; luego corrieron rumores de que se trataba de un venezolano que vivía en el barrio Granjas de Julio Rincón. Al parecer, un hermano llegó a identificarlo pero las autoridades no esclarecieron su identidad.
“Era la primera vez que lo veíamos, gritaba y gritaba que lo perseguían pero no se veía a más nadie por ahí. Lo que comentaron es que estaba drogado, que a veces le pasaba eso y reaccionaba pero lo agarraban y ya. Hoy si el diablo no dejó que nadie lo agarrara” comentó consternada una vecina del barrio.