Ala fecha, nada más en la capital santandereana, funcionan 137 frentes de seguridad, constituidos a través de la Policía Nacional, los cuales cuentan con un total de 2.459 cornetas instaladas. Tales equipos congregan a 1.963 ciudadanos que trabajan de la mano con la autoridad en la vigilancia de los barrios.
Así lo confirmó Francisco Rey, subsecretario del Interior de la Alcaldía de Bucaramanga, al tiempo que indicó que “la idea de esta estrategia, además de integrar a los vecinos de un sector específico por cuadras, conjuntos cerrados, edificios y localidades, le apuesta a contrarrestar y prevenir los problemas de seguridad que afectan al orden ciudadano, diseñando mecanismos especiales para combatirlos oportunamente”.
Sin embargo, ¿Qué tanto funcionan estos frentes en los barrios? ¿las cornetas han logrado reducir el accionar de los hampones?, ¿cuentan con el respectivo apoyo oficial y con el compromiso de los vecindarios?
La verdad es que no hay estadísticas que revelen, con exactitud, qué tanto han bajado los delitos gracias a este sistema. Sin embargo, la Policía Metropolitana sostiene que en las comunas en donde funcionan en la actualidad los frentes de seguridad, sí bajaron entre 50% y 55% en comparación con los ocurridos el año pasado. En el barrio Campohermoso, por citar solo un ejemplo, durante el primer mes de 2021 se cometieron 22 actos delincuenciales; mientras que en este mismo periodo del año, han ocurrido once delitos callejeros.
Lo más importante, a juicio de Francisco Rey, “es que la comunidad ha logrado unirse lo suficiente como para trabajar, de la mano de las autoridades, para denunciar la ocurrencia de actos delictivos. Además, todo esto ha facilitado el proceso de integración comunitaria”.
Q’Hubo recorrió los barrios y habló con algunos ciudadanos para saber qué tanta aceptación tienen las cornetas y cómo están funcionando.
“La importancia de las cornetas es definitiva en Bucaramanga, sobre todo si se tiene en cuenta que ellas facilitan en nuestros vecindarios mecanismos de acción y, además, fortalecen los lazos del orden y de la seguridad, partiendo de tres ingredientes básicos: la comunicación, la denuncia y el trabajo en equipo con las autoridades para frenar a los delincuentes”, dijo Arnulfo Camargo Botello, presidente de la Asociación Municipal de Juntas de Acción Comunal.
“Tales estrategias son claves para prevenir el delito, pero debo decir que no han sido suficientes para evitar que la delincuencia desaparezca del todo en nuestras comunas”, argumentó.
“Es clave que las autoridades ayuden a evitar la comisión de los delitos mejorando las cornetas, como elementos primordiales de los frentes de seguridad, las cuales son activadas cuando hay desconocidos o sospechosos en el sector”, precisó.
Reiteró que “lamentablemente habría que decir que, en materia de inseguridad, siguen multiplicándose los hurtos y son los vecinos de los barrios populares los más perjudicados”, añadió.
“Entre las solicitudes más reiterativas de nosotros, como dirigentes cívicos, está la de mejorar el mantenimiento de estas cornetas y redoblar la seguridad, de tal forma que se logre frenar el asalto callejero, el cual se ha convertido en el pan diario de nuestros barrios”.
