Fue una enorme palmera a un costado del camino, en la calle 12 con carrera 53 de la vía que conduce al colegio de la Unión Sindical Obrera, USO, la que ‘recibió’ el golpe del ‘amarillo’ con placas TAQ-895.
El tronco, ubicado cerca de la Estación de Servicio San Silvestre, quedó prácticamente intacto, mientras que el automotor de servicio público registró un hundimiento en la parte frontal y su vidrio panorámico quedó quebrado, entre otros daños.
Sin embargo, las peores consecuencias estaban adentro, ya que las dos pasajeras evidenciaban graves lesiones.
Según una versión de allegados, Marina – de 66 años – resultó con fuertes traumas de tórax, de costillas y de cabeza. Por su parte, Astrid – de 52 años – recibió un trauma en la cadera por el cual requirió cirugía pues el fémur se le salió.
El siniestro vial ocurrió el pasado sábado en la madrugada, cuando ambas fueron llevadas tan pronto fue posible hasta la Clínica Reina Lucía para recibió atención de urgencia.
Pero fue este jueves que sus seres queridos recibieron la desdichada noticia de que Marina había fallecido a raíz de las heridas.
Luego de seis días soportando las complicaciones en el pecho y la cabeza, esperando recuperarse, la mayor de las lesionadas no pudo más y murió.
Sus familiares, además de pasar su duelo invitando a otros a hacer uso de los cinturones de seguridad para prevenir estas tragedias, ayer reclamaban en redes sociales a la empresa transportadora a la que pertenecía el taxi, pues al parecer el infortunio se dio por el estallido de una de las llantas del vehículo.
