Nuevamente las heladas se toman los Páramos de Santurbán y Almorzadero, lo que ha causado la quema de cultivos de papa, cebolla larga, avena y trigo y a su vez, afectaciones en la comercialización de estos productos. Dicho fenómeno suele suceder en esta época del año.
Desde el 30 de diciembre se han registrado bajas temperaturas, de hasta -5°C durante las noches, lo cual ha permanecido hasta este 5 de enero. En el día sucede lo contrario: el sol se posa con plenitud sobre los municipios y provoca oleadas de calor, aseguran los campesinos.
“El clima empieza su cambio a partir de las 5:00 p.m. y ahí se desata un frío que se siente hasta en los huesos», señala Nani Bárcenas, presidenta de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Parra, en Berlín, Santander.
Esto, a su vez, trae consigo crisis para quienes subsisten de estas plantaciones. Bárcenas cuenta que son grandes las pérdidas de los alimentos, lo que se suma a una crisis que tuvo lugar en 2021.
Indica que fue necesario botar la cebolla de las cosechas a causa del cambio climático, que fue drástico. “La situación del campesino es complicada. Esto se debe también a los altos precios de los insumos, los efectos de la pandemia, por la inflación, impuestos y demás. Ahora hemos tenido muchas pérdidas”.
Por su parte, William Pulido, concejal del municipio de Tona y agricultor, agrega que las cosechas serán demoradas. “Si teníamos que esperar tres meses, el tiempo se extiende a cinco”.
Se espera que este fenómeno natural finalice a mediados de enero. “Teníamos altas expectativas de la venta porque el precio está alto. Pero cuando se acabe esto ya no tendremos cosechas”, dice Bárcenas.
Dice, además, que por las quemaduras que sufren los alimentos, las personas no suelen comprarlos por el aspecto que traen, ya que consideran que están viejos o ‘trasnochados’.
Pulido cuenta también que el precio de los alimentos se incrementará. “Pero no importa si se sube el costo, porque igual no habrá de dónde sacar el producto. Será muy reducida la cantidad que saldrá a la venta”.
Hasta el momento no se han reportado daños además de las cosechas. En años anteriores se registró el fallecimiento del ganado y animales domésticos, especies que también se ven altamente afectadas por dichos cambios de clima.
Las heladas suceden en lugares del país ubicados por encima de los 2.300 metros sobre el nivel del mar, cuando hay cielos despejados debido a la temporada seca. “Si bien siempre hemos sufrido estas heladas, ahora es más fácil que la gente conozca lo que nos está pasando gracias a las redes de comunicación”, dijo Bárcenas.
