Dos puñaladas en el pecho recibió el ingeniero electricista Linio Coronel Rueda a manos de dos sujetos, presuntos ladrones, que irrumpieron en su oficina ubicada cerca del sector del Parque Industrial, en Chimitá.
Pese a que alcanzó a ser llevado con vida al Hospital Internacional, murió tres horas después, luego de haber sido sometido a una delicada cirugía. Las letales heridas le comprometieron el corazón.
¿Qué pasó?
Coronel, de 58 años, y su asistente se encontraban en un container improvisado como oficina. Al parecer el ingeniero se iba de viaje y estaba dándole instrucciones a la mujer sobre la modalidad del trabajo en su ausencia.
Eran las 12:00 del mediodía cuando sintieron el estruendo de la puerta trasera del container abrirse.
Los dos tipos entraron sin levantar sospechas, afirmando que eran de mantenimiento.
Pero luego desenfundaron los cuchillos que llevaban, acorralaron al ingeniero y a su secretaria y los intimidaron para que entregaran sus pertenencias.
Según contó la mujer a las autoridades, el ingeniero les dijo que se llevaran lo que quisieran pero que no les hicieran daño.
Sin oponerse entregaron sus celulares a los criminales pero aún así, no tuvieron piedad, se le abalanzaron a Lino y le clavaron el filo.
Los asesinos lograron huir mientras los trabajadores que se percataron del ataque corrieron a auxiliar al ingeniero.
¿Cómo lograron entrar los delincuentes?
Una trocha es la entrada a la planta de tratamiento donde trabajaba el ingeniero Lino.
Cualquier persona podría entrar bajo engaños. Pero, según información suministrada a las autoridades, justo ayer, un cuñado de la víctima llegó a hacer un supuesto mantenimiento de una guadaña y dejó abierta la puerta del container que jamás se abre. Por ahí ingresaron los tipos que lo atacaron.
¿Se trató de un robo o un homicidio? Las autoridades investigan los hechos.