A la corta edad de 20 años, en medio del disfrute que trae consigo la etapa de la juventud, Jorge Peña emprendió un viaje como integrante del equipo de Bomberos de Bucaramanga. Fue en 1989, cuando este hombre decidió proteger, servir y apoyar a personas y animales.
“Con el tiempo entendí el significado de ser bombero. Cuando empecé a tener conciencia de lo que hacía, representaba en la comunidad y el beneficio que se le brinda a los que necesitan de nuestro apoyo, fue cuando me enamoré de mi profesión” indicó Jorge.
Aunque no fue ‘amor a primera vista’, Jorge, quien hoy en día es Capitán y ocupa el cargo de Jefe de Operaciones del Cuerpo Oficial de Bomberos de la ciudad, jamás ha dudado abandonar la labor que desempeña, pues afirma que el compromiso y el amor crece cada vez más con el paso de los años, y que, sin duda, “ ahorita estoy más comprometido que nunca”.
En cuanto a la retribución que recibe por el servicio, sostuvo que no hay mayor recompensa que la gratitud que demuestran las personas al momento de efectuar un rescate, para él este es un momento único de satisfacción, “acepto con mucho cariño las bendiciones y las oraciones que nos dicen los ciudadanos”.
Llamado de emergencia
Actualmente, la capital santandereana tiene cuatro estaciones ubicadas estratégicamente a lo largo del municipio; sin embargo, no son suficientes para salvaguardar a todos los bumangueses, ya que, como lo expresó Peña, la ciudad ha tenido un crecimiento apresurado en la población, y en ocasiones, dificulta el tiempo de respuesta para atender los llamados.
Es por esto que “se está pensando abrir una quinta estación en el Norte, porque más del 25% de los ciudadanos de Bucaramanga se encuentra en este sector y retrasa la atención a la emergencia”.
La recepción de llamadas se efectúa en la Estación Central, ubicada en la Carrera 11 # 43-50 de Bucaramanga, en el sistema de emergencia 119. Allí, cada reporte es atendido por el comandante de guardia, quien determina, por disponibilidad y cercanía, cuál será la máquina encargada de atender la emergencia.
“Todo queda en el sistema y grabado, porque nosotros, al ser un cuerpo de bomberos oficiales, tenemos responsabilidades como funcionarios públicos. Todo queda como evidencia por si hay algún tipo de reclamo”, recalcó Jorge, Jefe de Operaciones.
Apenas ingresa el llamado, se destina un minuto de alistamiento del equipo de bomberos. El tiempo de arribo está sujeto a la distancia y tráfico que se presente, pero en general, el promedio de respuesta está previsto entre ocho y nueve minutos.
Cabe resaltar que las estaciones, tres de las cuatro, cuentan con cuatro unidades (integrantes), de las cuales tres son bomberos y uno maquinista (conductor). En la central conforman el equipo un oficial, un maquinista y ocho bomberos.
El rescate
Sin importar cuánto tiempo pase, la sirena roja siempre exaltará y agudizará los sentidos de aquellos que acuden a la emergencia. “Apenas suena, me pone en alerta. Escucharla sonar genera expectativa porque no sabemos a qué tenemos que enfrentarnos, es una situación desconocida y nuestras vidas están en riesgo”, dijo el Capitán.
Sin duda alguna, cada una de estas situaciones quedan guardadas, sin efecto de caducidad, en la memoria de quienes se convierten en ‘héroes’ de la Ciudad Bonita.
Por esta razón, al preguntarle a Peña González cuál ha sido el rescate más peligroso registrado durante lo corrido del 2021, no dudó en recordar aquel que vivió, junto a sus compañeros, hace unos meses en la vía a Lebrija, en donde asegura que sintió su integridad amenazada.
“Ese día una camioneta colisionó con un carrotanque. Este quedó pendulando en la parte alta de la vía. Amenazaba con caer encima de nosotros mientras rescatábamos a las personas del vehículo. Además, había una fuga de combustible, así que teníamos que estar pendiente de que no se presentara una fuga. El rescate fue muy dispendioso”.
Pero cada alerta genera un sentimiento diferente. Cuando se trata de suicidios en jóvenes, la sensación carcome sus entrañas, explicó que se tiene que enfrentar a un momento muy doloroso, pues al ser padre de familia asocia el caso como propio, “ uno asimila la situación como familiar, aparte uno ve a los padres sufriendo. Es muy duro”.
