Los afectados son hombres y mujeres de distintos grupos de edad y que residen en casi la totalidad de los departamentos, a excepción de Arauca.
Hasta la mañana del 25 de diciembre se reportaron 520 quemados, un 34,37 % más de afectados cuando se revisa ese dato en comparación con el mismo periodo de 2020, año en el que ese número llegaba a los 387. El preocupante recuento también está por encima del registro de 2019, periodo en el que para este momento del mes el cómputo arrojaba 416 perjudicados.
Solo entre el 24 y el 25 de diciembre, en plena celebración de la Navidad, el Instituto Nacional de Salud (INS) identificó 117 nuevos reportes. Esa entidad también registró un total de 100 lesionados el siete de diciembre.
“Debemos ser más conscientes. Estas lesiones afectan la vida, la salud, la integridad física y emocional de las personas ocasionando impacto social, ambiental y económico en la población, con mayor énfasis en los niños, niñas y adolescentes. Entre las principales afectaciones están los daños oculares y auditivos”, apunta Claudia Cuéllar, subdirectora de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud.
Antioquia es el departamento que más casos reporta hasta el momento, con 55 lesionados, una estadística que supera los 44 afectados que se reportaban para el mismo periodo del año anterior. En el Valle del Cauca van 50 quemados, siete más que en 2020, mientas que en Bogotá se ha informado de 46 afectados, unos 13 más en comparación con el periodo anterior.
Ante este panorama, hay dos comportamientos que elevan la preocupación de las autoridades. Primero, que los adultos están permitiendo que los menores de edad manipulen esos artefactos, pues 179 de los 520 lesionados han sido niños, niñas y jóvenes.
Segundo, que de ese total de personas heridas 119 habían consumido alcohol y 21 de los menores que resultaron heridos estaban en compañía de acudientes en estado de alicoramiento. Como lo advierte Cuéllar, “entregar pólvora a los niños o usarla bajo los efectos del alcohol no es un juego”.
Ya pasaron las fechas del 24 y el 25, dos de las que más afectados registran en el mes. No obstante, preocupa lo que pueda suceder entre el 31 de diciembre y el primero de enero, días en los que se presentó el mayor número de quemados en los dos años anteriores.
La pólvora ha cobrado la vida de dos personas en la temporada 2021-2022. Ese es el único indicador que no ha superado los niveles 2020-2021, cuando se registraron cinco decesos por esa práctica.
