La concurrida vía que comunica a Centroabastos con Café Madrid quedó paralizada ayer un poco antes del mediodía. Carlos Javier Uribe Calderón, de 55 años, quedó debajo de las enormes llantas de una tractomula.
El hecho generó conmoción y desató el caos en la zona. Todos corrían de un lado para otro, querían saber de quién se trataba, quién era ese hombre de short blanco, camiseta blanca y tenis negros que falleció de esa forma tan dolorosa. Quedó irreconocible.
Mientras unos trataban de conocer la identidad y de saber qué pasó otros aseguraban que aquel sujeto de cuerpo menudo se habría lanzado por voluntad propia al vehículo de carga; sin embargo, algunos afirmaron que habría sido un fatídico accidente. El peatón habría intentado cruzar la vía, pero antes de llegar al otro lado fue embestido por la ‘mole’.
Fue una escena dolorosa. La vida de Carlos Javier quedó en el pavimento en un abrir y cerrar de ojos.
¿Carlos se despidió?
Desde hace algún tiempo Carlos Javier residía en el barrio Betania, en el norte de Bucaramanga con su esposa Dioselina Galvis y una hija. Al parecer, el hombre padecía una enfermedad dolorosa y terminal que le habían apagado las ‘ganas’ de vivir. Se mostraba cabizbajo.
Los problemas económicos también lo estarían afectando.
Según algunos testigos, Carlos Javier salió esa mañana de su casa muy temprano y se habría despedido de forma extraña de su familia. Horas después les llegó la noticia de su trágico deceso. Sumidos en una enorme tristeza, llegaron al lugar para reconocer a la víctima. Quedaron desconsolados.
Sobre un andén fue hallado su celular intacto junto con unas llaves. Nadie se atrevió a tocarlos, esperaron a que las autoridades llegaran para que los inspeccionaran. Las pertenencias de Carlos Javier fueron entregadas a uno de sus hijos.
