La corona se la llevó Miss India, Harnaaz Sandhu, ahora Miss Universo, mientras que la primera princesa fue Miss Paraguay, Nadia Tamara Ferreira. Colombia, por su parte, quedó en la posición número cuatro y aunque sorprendió a todos, hubo quienes esperaban que ganara.
Es una participante preparada, se arriesgó a responder la pregunta en inglés y destacó por su interés personal en el campo ambiental, en el que es vocera y aboga sobre todo, por el cuidado del mar y el reciclaje, a propósito de su origen cartagenero.
Entonces, si estaba tan preparada y sorprendió positivamente hasta a los mismos presentadores y jurados del certamen, ¿por qué no ganó ni quedó entre las tres primeras? ¿Qué le faltó a Colombia para llevarse la corona que no es nuestra desde 2014?
Falta un centavo para el peso
El asesor de imagen integral, Carlos Piedrahíta, considera que a Colombia no le falta nada. La candidata estaba preparada, “basta con ver su currículum”, y es estilizada, caribeña, que se atrevió a responder en inglés y con buenos argumentos, bella físicamente, con estudios en relaciones internacionales y que tiene buena pasarela.
El periodista y preparador de reinas, Alexander Zea, concuerda. Dice que la representación estuvo a la altura, con una mujer hermosa, preparada, que dominaba el segundo idioma y que sobresalió por todas las buenas razones. Tenía discurso y fue capaz de sobrepasar a otras mujeres también muy bellas que se proyectaban como ganadoras.
Pero, si estaba tan preparada y es bella, ¿por qué no ganó? Piedrahíta cree que se trata de intereses detrás del concurso. Intereses que van desde países hasta continentes, “y no podemos olvidar que la última Miss Universo fue México; eso puede jugar en contra de los intereses de los países latinoamericanos. Además, deben tener preferencias por temas de inclusión, para que la corona rote entre continentes”.
Además, hay otras cosas que los televidentes no ven pero que pueden tener impacto en las puntuaciones, como las entrevistas privadas con el jurado, y “no se sabe qué es lo que cada una de ellas proyecta y cuál es la impronta que el concurso esté buscando”, continúa Piedrahíta. Hoy pueden querer a una mujer bella físicamente, mañana a una preparada intelectualmente y pasado mañana a una que sea una vocera, una embajadora. Y eso no se puede saber.
Zea está de acuerdo, pues dice que dependerá también de los intereses o propósitos que tenga el concurso con cada país, sobre todo el país de la ganadora: “Ellos no eligen a una mujer de un país sobre el que no tengan algún interés”, dice.
Añade Zea que no es posible saber qué fue lo que influyó, pero que si algo es seguro es que la colombiana iba preparada así que no fue de su parte, porque era bella, se desenvolvió bien y estaba muy segura. De hecho, sorprendió su mejora y su progreso desde que fue elegida Miss Colombia hasta su presentación de ayer. “Llegué a pensar que iba a ganar”, dijo.
¿Por qué a Colombia le va tan bien?
Aunque Colombia no gana la corona desde Paulina Vega en 2014, los resultados han sido, año tras año, muy positivos. Basta con recordar el tremendo error ocurrido cuando coronaron, por equivocación, a Ariadna Gutiérrez.
Dice Piedrahita que Colombia ha estado en el top 10 y top 5 en los últimos seis años porque se ha pensado en la condición de integralidad. No se piensa solo en mandar a mujeres bellas, “pues ya nos dimos cuenta de que eso no basta”. Buscan a embajadoras, que se expresen bien, que físicamente sean bellas pero que también estén preparadas, que sean inteligentes, y que aboguen por alguna causa.
Pero añade que sí hay algo en lo que podrían mejorar: la apuesta desde los vestidos de gala. Suelen ser siempre similares: de colores claros, dorados, plateados o crema, con cristalería y corte corazón tipo sirena. “Sería chévere explorar otras siluetas, otros colores e incluso nuevos diseñadores que le den un sentido diferente para que las creaciones no se vean repetitivas y para no parecer predecibles”.
Cabe recordar que el año pasado, Laura Victora Olascuaga entró al top 21; en 2019, Gabriela Tafur entró al top 5; en 2018, Valeria Morales no entró al grupo de finalistas; en 2017, Laura González quedó de virreina y en 2016, Andrea Tovar, logró la tercera casilla. Ariadna Gutiérrez en 2015 también fue virreina.