Wilson, de 58 años, permanece en el Hospital Universitario de Santander, pero esperó cinco días por un traslado del Hospital del Norte, atendido con el seguro del Estado para lesiones por vehículos ‘fantasmas’.
“Y lo agradecemos, pero con ese seguro es más demorado todo; la pierna se inflama más. Esperábamos que apareciera el responsable con su Soat para agilizar, pero nunca lo hizo”, explica con zozobra su hijo Wilson Humberto.
Lo chocó y se ‘esfumó’
El suplicio se inició el sábado a las 10:15 de la noche. “Mi papá iba en moto, tomó el semáforo para subir por la 11 y un carro lo adelantó por la derecha; apenas pasó apareció él y lo embistió una moto que venía a toda por la diagonal 15 hacia el norte.
“Le pasó por encima causándole fracturas de tibia y peroné, politraumatismos en la cabeza y las extremidades. Lo dejó casi inconsciente”.
Sin embargo, en ese ‘ir y venir’ de sentido Wilson habría alcanzado a ver cómo el otro hombre, también lesionado, “llamó a familiares o amigos para que retiraran su moto del sitio.
“Esa quedó totalmente estrellada, con pastas estalladas y el rin delantero dañado, se la tuvieron que llevar a mano. Pero a mi papá lo dejaron tirado como a un perro”.
Tal vez Moreno pudo balbucear el teléfono de su esposa y transeúntes – que también pidieron la ayuda de una ambulancia – se comunicaron para avisar que se lo habían llevado al hospital.
Asegura que cuando llegó a buscar la moto de su papá había partes del otro vehículo que indicarían que es “una Vivax 115, Suzuki”.
Incluso, con testigos recopiló una placa por confirmar, con la que ayer fue a la Fiscalía a denunciar, ya que por más espera el ‘fantasma’ nunca hizo su reaparición.
Pero más allá de lo legal, esta familia desea que su padre pueda recibir oportuna atención y no que el error otro le traiga graves complicaciones.
El teléfono 3143990707 está disponible para recibir información del otro motorizado o ayuda en este caso.