De cerca de 300 equipos que se presentaron en un concurso oficial de la Nasa y de la Agencia Espacial de Canadá, el grupo de investigación Ámbar, de la Universidad Industrial de Santander, UIS, se quedó con uno de los galardones.
El Dr. Julián Rodríguez Ferreira, director del grupo de investigación Cemos y del semillero Aeroespacial SCUA, líder del equipo Ambar, acompañado de tres estudiantes: María Alejandra Sánchez, estudiante de Ingeniería Química; Sergio Oliveros, estudiante de Ingeniería Electrónica; y Sik-Lad Ortiz, estudiante de Ingeniería Mecánica; se encargaron desde comienzos de este año, de diseñar Agro-Migra, un sistema de producción de alimentos en el espacio para que los astronautas coman.
Esa era la misión, con el adicional de que dicha producción debía brindar una alimentación completa y apetitosa.
“La tarea era diseñar un sistema de producción de alimentos para viajes de larga duración, como los realizados a la Luna y Marte.
“Debíamos cumplir con las condiciones de que fuera una alimentación balanceada y que se pudiera producir en el espacio”, manifestó Rodríguez.
Fue así como, junto a sus pupilos, diseñaron un gabinete, un micro hábito para cultivar plantas tanto terrestres como acuáticas, así como crustáceos, pequeños peces y vinagre.
“Este es un ciclo cerrado que permite hacer varias cosas al tiempo, los deshechos de los peces sirven de abono a las plantas, al tiempo, las plantas producen el oxígeno para los peces y para la producción del vinagre”.
Con este diseño, el grupo Ámbar de la UIS busca no solo una dieta vegetariana para los astronautas sino una dieta muy rica en nutrientes.
Si bien el equipo bumangués se alzó con el galardón, por hacer parte de la sección internacional no tenían acceso al premio representados en dinero, como sí ocurrió con los ganadores de Estados Unidos y Canadá, donde cada equipo ganador se llevó 25.000 dólares.
“Los equipos internacionales no aplicábamos a los premios en efectivo pero sí tenemos el reconocimiento especial que nos llegará de la Nasa. Y pues es el primer concurso de la Nasa que se gana un equipo de Bucaramanga, de ahí que el mérito sea mayor”, añadió Rodríguez.
El concurso era patrocinado por la Fundación Mathusaleah, dirigida por la actriz Martha Stewart.
El profe Rodríguez destacó que la mayor parte de los concursantes fueron empresas multinacionales en el sector de alimentos, “incluso varias de ellas en el mercado espacial o universidades de bastante prestigio y pues logramos que nuestro trabajo hiciera figurar no sólo a la UIS sino a Bucaramanga y Colombia”.
Ahora, la segunda parte del proyecto, es implementar el diseño propuesto.
Explicación técnica del diseño
Agro – Migra (de Agro en MIcro-GRAvedad) es un gabinete de cultivo con muchas aplicaciones de cultivo de plantas adaptadas para plantas acuáticas y microorganismos.
Tiene un volumen total de 1,99 m3 y está compuesto por 11 cámaras de cultivo, ocho para microverdes, brotes y cultivos tradicionales, tres para plantas acuáticas, peces y unos crustáceos llamados Dafnias.
También contiene una sección para la producción de bebida de kéfir y vinagre que se utiliza como alimento o materia prima para las demás cámaras de cultivo.
El objetivo principal de este sistema es producir la mayor cantidad de alimentos de calidad utilizando menos recursos en poco tiempo, para ello cada cámara de cultivo está interconectada y funciona como una línea de producción, donde se reutilizarán todos los subproductos.
La producción de Agro – Migra genera alimentos con altos porcentajes de proteínas, minerales y vitaminas. Es posible cultivar una amplia variedad de microverdes y brotes. Además, se garantiza un suministro de una deliciosa bebida de kéfir para la hidratación.
Se puede preparar comida exquisita de calidad de restaurante durante largos períodos de tiempo, “creamos esta dieta orgánica para astronautas. Este alimento se puede consumir sin cocinar ni preparar otros platos con nuestro deshidratador.”.
Además, Agro – Migra es compacto (0,95x1x2,1m) y apto para entornos con condiciones adversas o en ciudades. Con algunas modificaciones, se puede utilizar en microgravedad.
Cuenta con sistemas autónomos de iluminación, circulación de agua, temperatura y humedad, reduciendo el tiempo de producción de alimentos. Se puede acoplar a sistemas de energía renovable. Si es necesario, el diseño se puede ampliar para cultivar plantas más grandes (cereales y tubérculos) y se podría integrar en el suelo, lo que permite experimentar con estas.