Es decir, el Sistema Integrado de Transporte Masivo, Sitm, se complementaría con el sistema de bus tradicional con miras a solucionar las constantes deficiencias que registran los recorridos de las comunidades populares de la meseta del área metropolitana de Bucaramanga, de manera especial de los usuarios de Floridablanca y Piedecuesta.
La idea es que a través de este modelo de operación se puedan reactivar aquellos servicios que se suspendieron desde el 29 de junio pasado, luego de que la citada Movilizamos S.A. no entregara la póliza que cubre la garantía única del contrato de concesión número dos, afectando considerablemente la movilidad de los ciudadanos en Piedecuesta y Floridablanca.
Vale recordar que esta integración no es del todo nueva. Hace poco más de tres años, mediante acuerdo metropolitano, se hizo el proceso de complementariedad de los dos sistemas de transporte público colectivo en una experiencia que, en el papel, alivió la cobertura y el servicio de transporte en el área metropolitana.
De acuerdo con Fabián Fontecha, subdirector de Transporte del Área Metropolitana de Bucaramanga, «por ahora todo está en estudio».
Según dijo, por ahora, tres empresas como Cotrander, Unitransa y Transcolombia han anunciado su interés de hacer parte de este proceso e incluso se hablaría de la incorporación de 32 buses más que podrían entrar a reforzar este proceso.
Él aseguró que durante más de cuatro meses se han realizado varias mesas de trabajo con las empresas de bus urbano, Metrolínea y el Área Metropolitana de Bucaramanga y, si todo sale como está planeado, este proceso estaría listo a finales de este año: «Claro está que todo dependerá de los acuerdos a los que se llegue».
«La idea es otorgar un permiso especial y transitorio para que antes de acabar este año esté funcionando dicha estrategia», reiteró Fontecha.
